Simon ha hecho su primera aparición en la Semana del Diseño de Milán, celebrada del 18 al 23 de abril en la ciudad italiana. Para su debut, la empresa ha presentado Inspired in Barcelona: SPA, una obra de arte creada por el reconocido artista Guillermo Santomá, en la Iglesia de Santa Maria del Carmine, Distrito Brera – Fuorisalone, en el corazón de la ciudad.
La instalación ha sido el proyecto estrella de la iniciativa Inspired Barcelona, organizada por el BcD-Barcelona centre de Disseny y auspiciada por el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, que en su edición de este año ha estado dedicada exclusivamente a la luz. En la feria, Simon ha actuado como Concept partner.
La obra es una interpretación artística del potencial del sector de la iluminación de Cataluña y Barcelona. Es una construcción de 70 metros cuadrados de superficie con una cubierta a cuatro aguas coronada por un lucernario. El interior está revestido con placas porcelánicas que recrean piedra y evocan las rocas de la cueva primigenia. El exterior es una estructura vista, un esqueleto que aloja el cableado tecnológico a modo de membrana técnica.
La obra es una creación del artista Guillermo Santomá, quien ha combinado diseño, arquitectura, escultura y performance para explorar la luz como materia. El objetivo de la instalación es desplegar la luz en múltiples niveles, explorando frecuencias visuales y térmicas, y poniéndolas en contacto con los cuerpos humanos y arquitectónicos, y con distintas pieles. El artista quiere investigar cómo actúa la luz y su capacidad transformadora, esculpiendo nuevas formas, modificando su morfología en una relación siempre fluida y cambiante.
Se trata de una instalación completamente experiencial con diversas zonas: un spa de lodo arcilloso; una montaña de grava volcánica calentada por luces infrarrojas, que en contacto con el cuerpo lo modifican; una camilla de cromoterapia sobre la que se difracta la luz y, según color y frecuencia, actúa de forma distinta en contacto con la piel; también un punto frío que congela la humedad ambiental y el cuerpo percibe el contraste de temperatura, activándose el flujo sanguíneo. Una maya de luz ultravioleta en el techo, con frecuencia electromagnética fuera del espectro visible, tiñe de azul el espacio al tiempo que lo desinfecta, recalcando una nueva funcionalidad de la luz.
Acompaña la instalación un trabajo de investigación realizado también por el artista, y materializado en una publicación que involucra a las siguientes empresas: Bover, Estiluz, Faro Barcelona, Lamp, Parachilna, Vibia. Es un ensayo eminentemente visual alrededor de la industria, y una visión de futuro que pone las expectativas en la tecnología y modos de producción para determinar cambios positivos y avances. “Si no hay una mirada hacia el futuro y la manera en cómo se produce, no tiene sentido la industria”, apostilla Santomà.
Fuente de imágenes: Simon