Un total de 23 socios de diez países europeos (España, Italia, Noruega, Suecia, Austria, Bélgica, Reino Unido, Grecia, Polonia y Alemania) han puesto en marcha el proyecto CommONEnergy, un proyecto de investigación del VII Programa Marco de la Comisión Europea cuyo objetivo es desarrollar una metodología para la rehabilitación de centros comerciales que permita reducir la demanda energética en estos edificios en un 75 por ciento. Por parte de España, participan el centro tecnológico Cartif, el Ayuntamiento de Valladolid y la empresa Acciona.
Ya hablamos de cómo las ciudades de Valladolid, y Palencia estaban involucradas en el proyecto Smart City VyP y como se preparaban para optar a fondos del programa Horizon 2020. Pues bien ahora en el marco de CommONEnergy se investigará la integración de tecnologías innovadoras en centros comerciales para, además de reducir la factura energética, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la imagen de los centros atrayendo nuevos clientes, explica Ana Quijano, responsable del proyecto en Cartif.
Los centros comerciales representan el 28% del total de edificios no residenciales en Europa, con una cifra cercana a los 5.700 edificios, y tienen unas necesidades energéticas particulares. Son espacios amplios muy frecuentados que necesitan un adecuado confort térmico y, en función de su actividad (como es el caso de los supermercados), precisan también de otros requerimientos por ejemplo en materia de refrigeración. Esto supone un importante gasto energético que, a nivel europeo, se estima en 157 millones de toneladas equivalentes de petróleo (según los datos del Plan de Acción de Eficiencia Energética de la Unión Europea en 2005).
Demostraciones
Además de llevar a cabo la investigación, se realizarán demostraciones en la que los socios del proyecto probarán estas soluciones en tres edificios “demostradores”.
“De todos los desarrollos tecnológicos que se van a implementar se seleccionarán entre 10 y 20 soluciones idóneas que se podrán replicar en otros centros comerciales europeos. En este sentido, en el marco del proyecto se van a identificar entre 5 y 10 tipos de centros comerciales para poder llevar a cabo esta “replicabilidad”, tres ya están identificados y se corresponden con los tres los edificios demostradores escogidos: un mercado tradicional (el Mercado del Val de Valladolid, del siglo XIX), una superficie comercial de tamaño medio (el Ex Officine Guglielmetti de Génova) y un centro comercial grande (el centro comercial CitySyd noruego)”, añade Quijano.
Reducción considerable de la demanda energética
En el marco del proyecto se van a desarrollar y evaluar, entre otros, fachadas multifuncionales adaptables a las condiciones climáticas locales y con capacidad para integrar módulos fotovoltaicos; materiales de recubrimiento que mejoren el aislamiento de edificios y con propiedades que permitan su autolimpieza, o cubiertas vegetales que actúen como aislante del edificio ante condiciones adversas. En esta misma línea, se implementarán sistemas inteligentes para la gestión energética de los edificios, capaces de controlar la activación y desactivación de los sistemas de climatización, refrigeración e iluminación así como de registrar los datos de consumo, lo que permitirá tomar decisiones para mejorar el confort térmico y disminuir el gasto energético.
Estas actuaciones podrían reducir la demanda energética en cada edificio en un 75% (lo que supondrá un ahorro medio anual en cada demostrador de 700 kilovatios/hora por metro cuadrado), incrementar el uso de renovables en un 50 por ciento y recuperar la inversión en un plazo máximo de siete años