Autor: Departamento de Marketing y Comunicación de Schréder España
Con el desarrollo de la sociedad moderna, la luz artificial en la noche ha aumentado drásticamente. Cuando se usa indiscriminadamente, puede alterar la vida salvaje, afectar a la salud humana, derrochar dinero y energía, contribuir al cambio climático y contaminar el cielo nocturno. Por la noche, nuestro planeta azul se convierte en un planeta amarillo.
Las fuentes de luz nocturna son, principalmente, iluminación exterior e interior de edificios, publicidad, locales comerciales, oficinas, fábricas, luminarias y lugares deportivos iluminados. La realidad es que gran parte de la iluminación exterior utilizada por la noche es ineficiente, demasiado brillante, mal dirigida, mal protegida y, en muchos casos, completamente innecesaria. Toda esta luz, y la electricidad utilizada para crearla, se está desperdiciando, entre otras formas, iluminando el cielo nocturno, en lugar de enfocarla hacia los lugares que la gente realmente necesita iluminar.
A lo largo del mundo, más del 80% de la población mundial vive bajo cielos contaminados por la iluminación. Estados Unidos y Europa lo tienen aún peor, con el 99% de sus habitantes experimentando el resplandor del cielo por la noche. La Vía Láctea está oculta a más de un tercio de la humanidad, incluido el 60% de los europeos y casi el 80% de los norteamericanos.
Además, de toda la población mundial, más de la mitad vive en zonas urbanas, donde los espacios públicos y, por consiguiente, la iluminación de los mismos, cobran una importancia aún mayor. Las previsiones de la ONU señalan que esta cifra aumente hasta el 68% para 2050, lo que supondrá que se urbanicen zonas equivalentes a más de un millón de kilómetros cuadrados.
Estas nuevas zonas urbanizadas harán que compartamos aún más espacio con diversa flora y fauna y requerirán de nueva iluminación que, si no se realiza de forma correcta y sostenible, puede aumentar en gran medida los niveles de contaminación lumínica, afectando a dichos animales y plantas y a una mayor superficie del cielo nocturno.
Los componentes de la contaminación lumínica incluyen:
- Deslumbramiento: brillo excesivo que causa incomodidad.
- Resplandor del cielo: brillo del cielo nocturno sobre áreas.
- Traspaso de luz: luz que cae donde no está prevista o no es necesaria.
- Desorden: brillos provenientes de excesivas y confusas agrupaciones de luces.
Cielo oscuro
Para luchar contra esta contaminación lumínica, en 1988 se fundó la Asociación Internacional de Cielo Oscuro, International Dark-Sky Association (IDA). Su propósito es alentar a las comunidades de todo el mundo a preservar, proteger y crear lugares oscuros a salvo de la contaminación lumínica.
A partir de enero de 2023, más de 200 lugares están certificados como “Dark Sky” en el mundo y el sello de IDA es cada vez más solicitado por las licitaciones. Para obtener este sello para luminarias comerciales, se deben cumplir los siguientes requisitos:
- Se limita el flujo hemisférico superior al 0,5% del flujo de salida total o a 50 lúmenes; el que sea menor, con no más de 10 lúmenes en la zona UL de 90-100 grados.
- Las luminarias de la calle y de la zona tendrán una opción de blindaje previa o posterior a la instalación.
- Se requiere que las luminarias tengan fijaciones específicas para garantizar que estén montadas como fotomedidas. Puede haber un ajuste de hasta +/-10 grados para nivelar si es necesario.
- Las luminarias deberán tener una capacidad de regulación del 10 % del valor nominal.
- Las fuentes luminosas deben tener una temperatura de color máxima de 3000K.
- Los archivos fotométricos son necesarios para validar las características de rendimiento.
- Las luminarias deberán contar con una certificación de seguridad realizada por un laboratorio independiente.
Como hemos dicho, cada vez será necesaria iluminar una mayor cantidad de superficie terrestre, la cual hay que compartirlo con bosques, fauna e insectos, por ello, es vital que diseñemos soluciones de iluminación para garantizar la seguridad de las personas y para permitir que la vida salvaje sobreviva y prospere. Si se usa con inteligencia, la tecnología de hoy nos permite reducir al mínimo la contaminación lumínica sin dejar de proporcionar una iluminación abundante.
En Schréder suministramos soluciones de iluminación inteligentes que utilizan menos de energía y están enfocadas en iluminar los puntos que realmente nos interesan, con el objetivo de mantener nuestros cielos oscuros alejados de contaminación lumínica. Estas soluciones funcionan bien en entornos urbanos, rurales, con nieve y permiten a los astrónomos deleitarse con la vista de la Vía Láctea., por ejemplo. Una buena prueba de estas soluciones es nuestro proyecto de iluminación de la estación de esquí de La Mongie.
Schréder, Juntos por Nuestra Comunidad
Desde Schréder estamos muy comprometidos con conseguir, a través de nuestras soluciones de iluminación, una vida mejor para todos nosotros y el entorno que nos rodea. Para ello, nos centramos en dos áreas principales:
- Proyectos de iluminación que tengan una repercusión positiva para las comunidades.
- Proyectos de iluminación que protejan la flora, fauna y los cielos oscuros.
Proyectos de iluminación que tengan una repercusión positiva para las comunidades:
Llevamos a cabo proyectos que proporcionen soluciones de iluminación inteligente que mejoren la vida de las personas, pero no solo en barrios o ciudades con recursos, sino también en lugares con pocos recursos económicos en los que una buena iluminación puede suponer una gran mejora de la calidad de vida.
También estamos centrados en llevar a cabo proyectos que mejoren la seguridad en las ciudades como, por ejemplo, mejorando la iluminación en los cruces de peatones y ciclistas, lo cual está demostrado que aumenta en gran medida la seguridad de los mismos y los conductores y reduce el número de accidentes.
Proyectos de iluminación que protejan la flora, fauna y los cielos oscuros:
Como hemos dicho la protección de la biodiversidad y de los cielos oscuros es, cada vez más, una prioridad para las comunidades y para la sociedad en general. Además, cada vez vamos a tener que compartir más espacio con ellos, por lo que es imprescindible que nuestros proyectos pongan el foco en protegerlos, permitiendo así a las personas poder disfrutar de cielos sin contaminación lumínica y haciendo del mundo un lugar un poco más sostenible.
Creemos firmemente que la solución no pasa por apagar las luces, sino prepararlas para la correcta proyección de la iluminación. Por ello, nuestras luminarias están, cada vez más, listas para la protección del cielo nocturno y son más sostenibles. Nuestros siguientes modelos están aprobados y certificados por el IDA (recientemente se han añadido 6 nuevas luminarias): FLEXIA FG, TOP, DP, QUERCUS y POEME, AXIA 2, 3 y 3 EVO, AVENTO, VOLTANA EVO, ISLA LED, STYLAGE, YMERA, TWIXX, VALENTINO GEN2, HESTIA GEN2.
Imágenes: Schreder