Sacyr ha decidido reestructurar su organigrama corporativo con la integración en una sola división de sus dos áreas de EPC (Sacyr Ingeniería e Infraestructuras y Sacyr Industrial). De esta manera, las divisiones operativas del grupo se reducirán a tres: Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, Sacyr Concesiones y Sacyr Servicios.
Esta simplificación de la estructura operacional, que tendrá que ser ratificada por los órganos de gobierno de Sacyr en las próximas semanas, está perfectamente alineada con el programa estratégico de Sacyr de convertirse, cada vez más, en un grupo de perfil marcadamente concesional, con la aportación de dos grandes divisiones, ingeniería e infraestructuras y servicios, que permiten una integración vertical del negocio más efectiva para los clientes.
Además, esta simplificación de la estructura conllevará unas mayores sinergias entre las tres áreas, unos mayores beneficios por las economías de escala y por tanto una mayor eficiencia.
Grandes proyectos industriales
La división Sacyr Industrial quedará enmarcada dentro de Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, que integrará la importante experiencia acumulada por la primera durante los últimos años.
Entre otros se han ejecutado proyectos exitosos como la refinería de La Pampilla en Perú, la planta regasificadora de Cartagena de Indias en Colombia, proyectos gasistas en Bolivia y Perú, plantas industriales en Bolivia y Ecuador, la desaladora de Sohar en Omán, la planta de tratamiento de residuos de Melbourne y la red de regadío NAIS en Australia.
Esta integración en una división con mayores capacidades permitirá proporcionar un impulso a las actividades de construcción de plantas de generación de energías de fuentes renovables y las relacionadas con la economía circular (ingeniería del agua especialmente desalación, reciclado y tratamiento de residuos sólidos urbanos, reutilización de materiales, etc) en las que Sacyr cuenta con tecnologías de primer nivel mundial. Además, mantendrá su actividad de ingeniería y ejecución de proyectos llave en mano de plantas de oil & gas y redes eléctricas.
Este nuevo modelo organizativo, más ágil, más compacto y totalmente enfocado a los objetivos del grupo a largo plazo (aumentar la rentabilidad y la sostenibilidad económica, financiera y ambiental), seguirá incidiendo en el control de los riesgos en todas las fases de los proyectos y la generación de caja.