En España, la ciudad de Sabadell es el municipio con más puntos de luz LED, gracias a una inversión de 6,5 millones de euros para renovar el alumbrado público, que alcanzará los 8.500 puntos. Con ello, la ciudad pasa a ser la primera de más de 200.000 habitantes con este tipo de gestión energética, lo que permitirá ahorrar de media un millón de euros al año y disminuir un 30% el gasto energético, unos 4,6 millones de kW/h y 847 toneladas de CO2, equivalentes a apagar 5.342 bombillas de 100 W durante un año y retirar de la circulación 545 turismos o 108 camiones.
De nuevo Sabadell vuelve a ser noticia, y esta vez porque es una de las tres ciudades escogidas, junto con Corby (Reino Unido) y Orleans (Francia), para llevar a cabo esta iniciativa, que se enmarca en la convocatoria 2013 de optimización de sistemas energéticos en las Ciudades Inteligentes, Smarcities del séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Unión Europea.
Telefónica es la empresa que lidera y coordina este proyecto que cuenta con 11 socios europeos de cuatro países: España, Francia, Finlandia e Inglaterra. Entre ellos destacan socios tecnológicos como Everis, IDP, Exeleria, Edenway, VTT, Fortum y Dalkia, y el presupuesto global asciende a 6,2 millones de euros, de los cuales 3,8 están financiados por la Comisión Europea.
El objetivo principal de ‘District of Future’ es crear un marco de trabajo conjunto abierto para la optimización energética en las ciudades integrando las diferentes fuentes de generación y consumo de energía de todo un barrio o distrito.
En concreto, la experiencia se aplicará en la central de recogida neumática de Can Llong, en el edificio municipal de Cal Marcet, utilizado por la Policía Local y en un edificio de viviendas públicas de Can Llong, y se llevará a cabo la motorización del consumo y la producción energética.
El Ayuntamiento de Sabadell cuenta con una subvención de la Comisión Europea de 218.667 euros y la coordinación del proyecto por parte de Telefónica, que aporta la plataforma FIWare. Se trata de una plataforma abierta y transversal, también financiada con fondos europeos, que permite que los servicios y aplicaciones que se construyen sobre ella sean estándares, a la vez que las aplicaciones desarrolladas por diferentes empresas se puedan incorporar.
La plataforma FIWare centraliza los datos recogidos, registrados y controlados por los distintos sistemas tecnológicos desarrollados con la finalidad de analizar los patrones y permitir predecir el consumo, y motorizar tanto la demanda de energía como la oferta.
Está previsto que la adecuación para la puesta en marcha del proyecto se extienda por un periodo de unos 36 meses, tiempo que permitirá exportar los resultados a las diferentes smartcities de Europa.