Roblan, con el respaldo de la Conferencia Empresarial de la Hostelería de España, ha realizado un análisis sobre el impacto de la iluminación en el sector de la hostelería.
A través de una encuesta realizada a 400 personas de entre 18 y 65 años, que frecuentan locales de hostelería como mínimo unos vez al mes, la compañía se propuesto entender la importancia que tiene la iluminación en la hostelería, el efecto que esta pueda tener sobre la percepción de local y cómo afecta a distintas partes de la experiencia del cliente.
Los resultados muestran como la iluminación es un factor determinante para el 71,3% de los comensales frecuentes de bares y restaurantes. La iluminación sobrepasó factores como la decoración, ruido y música en cuanto a su importancia al disfrutar de una experiencia en la hostelería.
A la hora de elegir establecimiento, la iluminación exterior se mostró como uno de los activadores para la atracción de clientes al local. El 78.1% dicen que la iluminación es importante para encontrar la fachada de un restaurante.
A partir de la anterior imagen, el 70,3% de la muestra escogió la opción 1, mostrando que una entrada iluminada, y un local que muestre una luz cálida dentro es más atractivo. La opción 3, con poca iluminación tanto a la entrada como a la calle fuera del restaurante fue escogida por solo el 6,8%. Esta opción también tenía la menor visibilidad hacia el interior del local.
La iluminación también sería clave en lo que a la experiencia culinaria se refiere: influye en la percepción de calidad que tiene el 62,3% de los usuarios frente a la comida o bebida escogida. Además, ayuda a generar experiencias de consumo agradables: el 81,3% cree que se puede crear un ambiente acogedor gracias a la luz escogida y, con ello, ver incrementado el tiempo de permanencia en el local (56,3%) y el número de comidas o bebidas consumidas (44,5%).
Del mismo modo, cualquier iluminación no vale: el usuario sabe que hay una luz ideal para cada momento, como la tenue para conversar (48%) o encontrar la mesa (34%) y una iluminación mayor para leer el menú (38%) o hacer uso de los aseos (42%). Asimismo, en una primera cita el usuario opta por una iluminación cálida, nunca excesiva y bien repartida por el local, generando un ambiente acogedor para dar espacio a la intimidad y el romance.
Finalmente, el análisis de Roblan concluye con los problemas que se han visto más recurrentes en los locales con mala iluminación, incluyendo que los comensales no se sientan a gusto (41,3%), que reduzcan su tiempo en el local (29,8%), y que no puedan ver bien dentro del lugar (24,5%). Solo el 12,3% de los encuestados que van frecuentemente a bares y restaurantes mencionaron que la mala iluminación no ha afectado su experiencia.
Imagen de portada: Freepik. Resto de figuras: Roblan