Los rayos ultravioleta procedentes del sol pueden causar quemaduras y cáncer de piel, sin embargo, es la fuente más importante de vitamina D, esencial para el desarrollo y el mantenimiento saludable de los huesos.
Es por ello, que los consejos de salud pública sobre la exposición a la luz solar tienen en cuenta tanto el riesgo como los beneficios. Sin embargo, calcular estos riesgos y beneficios potenciales a la exposición a la luz solar no es simple, ya que los efectos para la salud varían considerablemente con la longitud de onda dentro del espectro ultravioleta de la luz solar. Por ejemplo, la radiación ultravioleta solar contiene menos del 5% de radiación UVB de longitud de onda corta, pero esta es responsable de más del 80% de las quemaduras solares. Cada resultado de salud de la exposición solar tiene su propia dependencia única de longitud de onda.
Una nueva investigación pone en duda las actuales directrices en relación con la exposición solar y la óptima síntesis de vitamina D, y llega a la conclusión que muchos de los cálculos actuales de riesgos-beneficios con respecto a la exposición a la luz solar deberían revisarse y ser reevaluados.
El estudio, realizado por investigadores del King’s College de Londres con el apoyo del NIHR Guy’s y St Thomas’ Biomedical Research Centre, ha probado las longitudes óptimas de radiación ultravioleta en la piel humana para la producción de vitamina D a partir de la luz solar.
Un espectro de acción revisado para la síntesis de vitamina D
La asociación entre longitudes de onda UVB específicas y la producción de vitamina D se determinó hace más de treinta años en muestras de piel ex-vivo, es decir, experimentos realizados sobre tejidos biológicos de un organismo en un ambiente artificial fuera del mismo con las alteraciones mínimas de las condiciones naturales. Específicamente, una exposición a la radiación UVB solar terrestre (295-315 nm) produce la síntesis cutánea de vitamina D3 que se inicia por la fotoconversión del 7-dehidrocolesterol a previtamina D3.
El CIE ha emitido un espectro de acción para la síntesis de la previtamina D3 que, junto con el espectro de acción del eritema CIE, se ha utilizado ampliamente como función de ponderación en los análisis de riesgo/beneficio para la exposición solar a los rayos ultravioleta. Ambos espectros CIE se han utilizado para determinar un espectro óptimo de absorción de protector solar para la síntesis de la vitamina D. Sin embargo, estos espectros CIE han sido cuestionados en relación a su exactitud y todas estas dudas comprometerían, por tanto, los cálculos de riesgo/beneficios para una exposición solar óptima.
El nuevo estudio, dirigido por el profesor Antony Young del King’s College London, ha probado este espectro de acción in vivo mediante la exposición a cinco espectros de radiación UV policromáticos diferentes. Los investigadores midieron los niveles de vitamina D en sangre en 75 jóvenes voluntarios sanos, antes, durante y después de la exposición parcial o completa a cinco fuentes de radiación ultravioleta artificiales diferentes con diferentes cantidades de radiación UVB, para sopesar la compensación entre los beneficios de la exposición solar, que incluyen la síntesis de vitamina D, frente a los riesgos de quemaduras solares y cáncer de piel.
Luego compararon sus resultados con los que se predeciría del antiguo estudio ex vivo de vitamina D y encontraron que el estudio anterior no es un predictor preciso del beneficio de la exposición a los rayos ultravioleta del sol.
“Los niveles séricos de 25-hidroxivitamina D3 [25(OH)D3], como la medida más precisa del estado de vitamina D3, se evaluaron antes, durante y después de las exposiciones. Estos se utilizaron entonces para generar curvas lineales dosis-respuesta que eran diferentes para cada espectro UVR. Se estableció que el espectro de acción previtamina D3 no era válido cuando se relacionaba con los niveles séricos de 25(OH)D3, ya que ponderar las dosis UVR con este espectro de acción no resultó en una línea de regresión común a menos que se ajustara mediante un cambio azul, con 5 nm dando el mejor ajuste. Tal cambio de azul está de acuerdo con los espectros de acción in vitro publicados para la síntesis de vitamina D3. Por lo tanto, los cálculos sobre el riesgo (típicamente eritema) frente al beneficio de la exposición a la UVR solar basados en el espectro de acción ex vivo de la previtamina D3 requieren revisión”, señalan los investigadores en el paper recientemente publicado en PNAS.
Los autores recomiendan una simple corrección sistemática de la dependencia de la longitud de onda ex vivo de la vitamina D. El nuevo estudio deja en evidencia que muchos de los cálculos sobre riesgos-benéficos para la exposición a la luz solar deben revisarse con una versión que tenga en cuenta la dependencia de la longitud de onda de la vitamina D.
“Nuestro estudio muestra que los cálculos de riesgo versus beneficio de la exposición solar pueden necesitar ser reevaluados. Los resultados del estudio son oportunos porque el comité técnico global, Comisión Internacional de la Iluminación, que establece estándares de radiación UV podrá discutir los hallazgos de este documento para reevaluar la dependencia de la longitud de onda de la vitamina D. Una mayor investigación de nuestro grupo determinará los cálculos de riesgo/beneficio”, concluye el profesor Antony Young.
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