Por Dominic Harkness, lighting designer de Ansell Lighting
¿Qué efecto tiene la iluminación exterior en el entorno circundante y cómo pueden los diseñadores de iluminación ser más conscientes para minimizar la contaminación lumínica?
La iluminación exterior es una necesidad en nuestro mundo moderno. Desde la introducción de la lámpara incandescente en el siglo XIX, la iluminación eléctrica ha contribuido en gran medida a mejorar y realzar el entorno que disfrutamos, en el que vivimos y trabajamos, y a satisfacer nuestras necesidades de seguridad y protección, así como a salvaguardarlo. Sin embargo, si la solución de iluminación no está bien diseñada y ejecutada con una capacidad de control adecuada, la luz obstructiva no deseada, (la luz que impide la visión del cielo nocturno o que se desplaza hacia el interior de tu espacio) podría dar lugar a la invasión de la luz (el derrame de luz más allá del límite de la propiedad en la que se encuentra la fuente de luz) o a la contaminación lumínica.
A menudo demasiado brillante, ineficazmente resguardada y mal dirigida, la iluminación exterior está causando problemas innecesarios en el mundo que nos rodea, perturbando los ecosistemas, borrando la luz de las estrellas, desperdiciando energía y perjudicando nuestra salud.
La orientación del proyecto de iluminación influirá en el diseño, dependiendo de por dónde se mueva el sol en el espacio durante las horas de luz. Para crear la iluminación adecuada, los objetivos básicos de iluminación exterior son:
- Promover el acceso seguro al área iluminando los riesgos de la zona
- Ofrecer seguridad por la noche
- Mejorar la apreciación del entorno
- Acentuar la escena general iluminando las zonas oscuras que desvirtúan el aspecto visual
Para ayudar a minimizar la contaminación lumínica, los lighting designers deben tomar una serie de medidas. La primera es asegurarse de que se diseñan productos de iluminación exterior específicamente diseñados para reducir este propósito. Las luminarias que combinan tecnología avanzada de lentes y diseños mejorados de control del deslumbramiento también son imprescindibles. Estos productos garantizarán que se emita una cantidad mínima de luz hacia arriba, evitando una radiación innecesaria.
La IDA (International Dark-Sky Association) se ha convertido en los últimos 30 años en la autoridad mundial reconocida en materia de contaminación lumínica, se conoce ahora como DarkSky. El nombre Darksky se ha utilizado anteriormente en el sitio web, donde los lectores tienen la oportunidad de acceder a información detallada sobre la contaminación lumínica, y en la consecución de una mejor iluminación exterior.
Los productos homologados con el sello de aprobación DarkSky son una gran opción. El programa DarkSky proporciona una certificación objetiva para productos, diseños y proyectos terminados que minimizan el deslumbramiento, reducen la intrusión lumínica y no contaminan el cielo nocturno.
Los diseñadores de iluminación también deben asegurarse de que sus proyectos cumplen los cinco principios del «diseño del cielo oscuro». El primero es que la luz debe ser útil. Debe tener una finalidad y un beneficio claros. También debe tenerse en cuenta cómo afectará la instalación a la zona concreta y si tendrá un impacto negativo en la fauna y flora del entorno local.
El segundo principio es que la luz debe estar orientada, iluminando sólo la zona necesaria y sin afectar a los espacios vecinos.
El tercero especifica que la iluminación debe ser de nivel bajo, proporcionando sólo el nivel deseado y nada más. Es importante no iluminar en exceso, ya que esto no sólo causa molestias a los demás, desperdicia energía y, por lo tanto, aumenta los costes de funcionamiento, sino que también, y lo que es más importante, contribuye a destruir los recursos energéticos de la tierra, lo que provoca emisiones innecesarias y gases de efecto invernadero.
Además, los sistemas deben ser completamente controlables y encenderse sólo cuando sean útiles. Los productos con control integrado, como la regulación, la temperatura de color seleccionable y la multi-potencia, etc., Así como las fotocélulas integradas, los sensores de microondas y las opciones inteligentes y ritmos circadianos son imprescindibles, ya que pueden configurarse para optimizar el color, el rendimiento y el consumo de energía.
Por último, la temperatura de color de las luminarias es muy importante para reducir la contaminación lumínica. Conviene utilizar un color más cálido con un CCT de 3000K o menos, ya que tienen un menor componente azul-violeta.
Luminarias como nuestro aplique WOLF o nuestra baliza ARIES, entre otras, ofrecen la solución ideal para su instalación en exterior sin riesgo a contaminar los cielos e iluminar los espacios de manera controlada, ya que reducen la contaminación lumínica a menos del 1% por encima de la distribución de la luz. Como estas, encontrarás un amplio surtido de luminarias en nuestra web Ansell Lighting.
Tener en cuenta la contaminación lumínica permitirá crear un espacio seguro y eficiente.
Imágenes: Ansell Lighting