Autor: Departamento de Marketing de Ansell Lighting
¿Cómo iluminar de forma óptima piscinas, zonas costeras, plantas químicas o, en definitiva, entornos agresivos? Es necesario un estudiado diseño en el que las luminarias no sólo proporcionen la iluminación requerida, sino que además estén adecuadamente protegidas contra las adversas condiciones del espacio.
Este tipo de entornos presenta un gran número de retos en lo que respecta al alumbrado, y no todas las soluciones de iluminación pueden soportar las severas condiciones meteorológicas y el agua salada que presentan.
En las zonas costeras, por ejemplo, es posible la entrada de agua provocada por las olas, tormentas y humedad puede causar oxidación, corrosión y fallos prematuros; entendiendo la oxidación como proceso de degradación del metal generalmente (aunque también afecta a materiales como la cerámica o el vidrio), fenómeno por el cual se trasforma un cuerpo al aumentarse la cantidad de oxígeno y disminuir el número de electrones de alguno de los átomos; la corrosión es una reacción química dada por la unión del metal y el oxígeno, produciendo un deterioro visible, siendo ésta la consecuencia de la oxidación.
De esta forma, nos encontraríamos ante cuatro tipos de ambientes que producen corrosión:
- Atmosférico: con el oxígeno y el agua presentes, es uno de los ambientes que más afecta el tema tratado ya que está presente en todo el planeta.
- Marino: se sabe que la sal marina que prevalece en el aire en las costas puede ser arrastrada hacia el interior, y acumularse en los equipos de iluminación instalados. Como es higroscópica (absorbe la humedad del medio circundante), puede crear un electrolito corrosivo en la atmósfera, donde puede producirse la corrosión de los componentes metálicos de los accesorios de iluminación.
- Galvánico o bimetálico: se produce cuando están en contacto dos metales de diferente naturaleza (un metal con otro metal más noble que genere poca reacción química o sea poco susceptible a la corrosión) y están inmersos en un medio húmedo o en un electrolito (como el agua salada).
- Industrial: además del agua del mar, las temperaturas elevadas y la contaminación industrial son también fuentes de corrosión que hay que tener en cuenta, debido a la manipulación de productos químicos, la gran cantidad de gases y líquidos corrosivos, como materiales sulfurosos, nitrosos…
Contar con la protección necesaria alargará la vida útil del producto, ganará eficiencia y evitará un gran desembolso en mantenimiento, reparación y tiempo, incluso a corto plazo. Otra ventaja de esta protección es la limpieza, siendo más completa y sencilla.
Protección en tu proyecto
Una alta clasificación IP (ingress protection) protegerá la luminaria contra la entrada de agua. Esta clasificación se compone de una cifra de dos dígitos: la primera corresponde a la protección contra solidos (yendo de 0 a 6, donde el 6 representa la mayor protección) y la segunda contra líquidos (yendo de 0 a 9K, en la que 9K es la mayor protección). De esta forma, un producto IP69K estaría protegido totalmente frente a la entrada de polvo y frente a los chorros de corto alcance y alta temperatura, soportando la inmersión al agua.
Para obtener esta clasificación se debe contar con materiales que hagan estanco el producto: aluminio o acero inoxidable, acero normal con zinc, plásticos o pinturas especiales, o acero anodizado. Otra alternativa es el revestimiento del producto, independientemente del material utilizado para la base; para el mencionado galvanizado, por ejemplo, se utiliza una técnica consistente en recubrir con zinc y/o magnesio para que sean estos los que se oxiden y puedan ser sustituidos cuando estén desgastados.
Para comprobar la estanqueidad de un producto y la resistencia a la corrosión del material, existe el ensayo de corrosión acelerada con niebla salina, según la UNE-EN ISO 9227, para la prueba de metales y aleaciones, y revestimientos sobre materiales metálicos en atmósferas artificiales. Este ensayo consiste en introducir las muestras en una cámara donde se pulveriza una solución salina de forma continuada en forma de niebla. Esta solución está hecha a base de una concentración de cloruros y de un determinado ph en función del ensayo. Esta prueba puede durar entre 24 y 1000 horas, o incluso más.
Luminarias como nuestro proyector AZTEC COASTAL o nuestra estanca APEX ofrecen la solución ideal para su instalación en entornos agresivos. Además de su robusta construcción de aluminio, el AZTEC COASTAL ha sido sometido a un tratamiento de electroforesis seguido de la aplicación de revestimiento de polvo especial para evitar la corrosión. El frontal tiene un difusor de vidrio templado para evitar la decoloración, asegurado por tornillos de acero inoxidable y está equipado con un soporte de acero inoxidable de grado 316 de alta calidad para el montaje en entornos agresivos. Esto se demuestra con el test de salinidad llevado a cabo de acuerdo con la norma mencionada BS EN ISO 9227, teniendo una duración de 3000h. También cuenta con prensaestopas transpirables preinstalados para evitar la acumulación de humedad en el interior. En zonas con alta exigencia de limpieza que requiera lavados con agua a presión y altas temperaturas, como túneles de lavado, granjas, laboratorios, plantas químicas o invernaderos, la APEX tiene unas clasificaciones IP69K e IK09, otorgándole una alta resistencia a esfuerzos mecánicos. Tapas y fijaciones de acero inoxidable, así como los soportes de montaje. Como estas, encontrarás un amplio surtido de luminarias en nuestra web Ansell Lighting.
Tener en cuenta la resistencia a la corrosión permitirá crear un espacio seguro y eficiente.
Imagen: Ansell Lighting