La descarbonización se ha convertido en un objetivo primordial en la lucha contra el cambio climático. A medida que las emisiones de carbono siguen siendo una preocupación global, la rehabilitación de edificios emerge como un componente esencial en este esfuerzo, teniendo en cuenta que aproximadamente el 37% de estas emisiones globales son producidas por los edificios. Un reciente estudio de Schneider Electric destaca cómo la digitalización de los edificios existentes podría ser la clave para reducir drásticamente las emisiones de carbono y avanzar hacia un futuro más sostenible.
El estudio de Schneider Electric, llevado a cabo junto con la empresa de diseño global WSP, revela que la implementación de soluciones digitales en edificios de oficinas ya construidos tiene el potencial de reducir sus emisiones de carbono en un notable 42%, y lo más impresionante es que la inversión se amortiza en menos de tres años. Pero eso no es todo. Al adoptar fuentes de energía renovable y sustituir tecnologías alimentadas por combustibles fósiles, los edificios pueden llegar a reducir sus emisiones en un total del 70%.
Es importante destacar que este estudio se basó en la modelización de un edificio de oficinas de Estados Unidos construido a inicios de los 2000. No obstante, los resultados son aplicables a diversos tipos de edificios y climas, lo que lo convierte en un enfoque atractivo para cualquier lugar del mundo.
Mike Kazmierczak, Vicepresidente del Digital Energy Decarbonization Office de Schneider Electric, recalca que abordar las emisiones operacionales es primordial para descarbonizar edificios a gran escala. Además, el proceso de rehabilitación digital presenta ventajas adicionales. En lugar de emprender reformas estructurales, que suelen perturbar las operaciones diarias y generar grandes cantidades de ‘carbono inicial’, la digitalización es más eficiente y menos invasiva.
Más allá de los beneficios medioambientales, la renovación digital de edificios también tiene implicancias económicas significativas. Los inmuebles que no se adapten a estas prácticas sostenibles podrían enfrentar una depreciación de su valor y perder atractivo para inversores e inquilinos.
Además, la transición hacia edificios con bajas emisiones de carbono no solo es positiva para el medio ambiente, sino que también contribuye al desarrollo económico. Un estudio adicional del Boston University Institute for Global Sustainability y del Schneider Electric Sustainability Research Institute resalta el considerable potencial de creación de empleo en este sector emergente.
Imágenes: Schneider Electric