El Gobierno del Reino Unido ha anunciado la semana pasada que “pondrá fin a la venta de bombillas halógenas a partir de septiembre, y eliminará la iluminación tradicional de tubos fluorescentes a partir de septiembre de 2023”.
El Reino Unido comenzó a eliminar gradualmente la venta de bombillas halógenas de mayor energía en 2018, atendiendo a las legislaciones marcadas por la UE. Ahora, el Reino Unido va a aprobar una nueva legislación que implicaría que no se podrán comercializar la mayoría de bombillas halógenas para usos domésticos en el Reino Unido a partir del 1 de septiembre.
Actualmente, alrededor de 2 tercios de las bombillas que se venden en el Reino Unido son luces LED, lo que tiene un impacto considerable en la eficiencia energética global de los edificios del país. Es por ello, que el Gobierno se ha propuesto el actualizar la normativa de requisitos de diseño ecológico y etiquetado energético para los productos de iluminación, para conseguir impulsar este mercado de iluminación eficiente.
El proyecto propone la simplificación de la normativa de diseño ecológico sustituyendo los 3 reglamentos actualmente en vigor por un único reglamento integrado. Asimismo, se revisarán los requisitos mínimos de eficiencia energética para reflejar el progreso tecnológico, lo que incluye una mayor eliminación de los tipos de lámparas menos eficientes. Además, se introducirán nuevos requisitos relativos al diseño y la fabricación de productos para facilitar la eliminación de las fuentes de luz y los dispositivos de control.
En concreto, la normativa prevé que para septiembre de 2021 se prohibirá la comercialización de nuevas bombillas de los siguientes tipos:
- Lámparas compactas de adaptación fluorescentes autobalastradas (rosca B22, E27, etc.)
- Lámparas lineales halógenas R7s de más de 2.700 lúmenes
- Lámparas reflectoras halógenas de 12V (MR11/GU4, MR16/GU5.3, etc.)
- Lámparas LED de menor rendimiento
Por tanto, esto implicaría que no todas las lámparas halógenas están “prohibidas” a partir de septiembre, ya que algunas sen continuarán comercializando hasta 2023. Se espera que esta medida signifique que las bombillas LED representen el 85% de todas las bombillas vendidas para 2030.
Asimismo, para ayudar en esta transición, también se anuncia que todas las bombillas comenzarán a presentar nuevos consejos de eficiencia energética a través de etiquetas energéticas «redimensionadas» en sus cajas. Las etiquetas simplificarán la forma en que se muestra la eficiencia energética a una nueva escala de A a G, eliminando las calificaciones A+, A++ o A+++. Las nuevas etiquetas elevarán el listón para cada clase, lo que significa que muy pocas bombillas se clasificarán ahora como A, ayudando a los consumidores a elegir las bombillas más respetuosas con el medio ambiente.
Fin de los fluorescentes
El Gobierno Británico también planea comenzar a eliminar gradualmente la venta de tubos fluorescentes de alta energía, con miras a poner fin a su venta a partir de septiembre de 2023.
En concreto las luces que no se podrán comercializar después del 1 de septiembre de 2023 son:
- Lámparas fluorescentes lineales T8 de 2 pies, 4 pies y 5 pies
- Cápsulas halógenas de voltaje de red con rosca G9
- Cápsulas halógenas de 12 V con rosca G4/GY6.35
Por tanto, esto implicaría que sólo algunas longitudes de tubos fluorescentes T8 estarán prohibidos a partir de septiembre de 2023, otros tipos de fluorescentes seguirán estando disponibles.
La medida es parte de un paquete de mejoras de eficiencia energética para los electrodomésticos, que ahorrará a los consumidores un promedio de 75 libras esterlinas al año en facturas de energía. “En conjunto, estas nuevas reglas marcarán un cambio significativo hacia LEDs más eficientes energéticamente y duraderos y detendrán la emisión de 1,26 millones de toneladas de carbono cada año, el equivalente a retirar más de medio millón de automóviles de las carreteras del Reino Unido”, señalan desde fuentes gubernamentales.
Luminarias con fuentes de luz no sustituibles
Los planes también incluirian la posible “prohibición a partir de septiembre de la venta de luminarias con fuentes de luz fijas que no se pueden reemplazar, lo que significa que la luminaria debería desecharse cuando falle la fuente de luz”.
En concreto, no se prohíben de forma directa, sino se introducen nuevas medidas que fomentan el diseño de accesorios de iluminación donde se puede reparar o sustituir la fuente de luz y el equipo de control. No hay una prohibición general de los productos de iluminación cuando estos componentes no puedan ser reemplazados si el fabricante proporciona una justificación técnica para este caso, como seguridad, entrada de agua u otra razón.
“Luminarias como estas representan 100.000 toneladas de residuos eléctricos cada año, de un total de 1,5 millones de toneladas de residuos eléctricos cada año”, señalan desde el Gobierno.
Fuentes:
- «End of halogen light bulbs spells brighter and cleaner future», Gobierno UK.
- Draft Ecodesign and Energy Labelling Regulations (Lighting Products) 2021. Gobierno UK
- LIA’s response to the Government Press release on new lighting regulations. Lighting Industry Association, UK.