El Real Alcázar de Sevilla ha renovado la iluminación del Palacio Mudéjar sustituyendo las lámparas de sodio blanco instaladas hace casi dos décadas e instalando proyectores con tecnología LED. La nueva iluminación permite un ahorro energético del 60% y proporciona una luz neutra que evita la alteración del color y realza los elementos patrimoniales.
En concreto, se ha renovado un total de 84 puntos de luz en el Palacio Mudéjar, el Salón de Embajadores, la Sala de las Bóvedas y la Sala de la Justicia, con una reducción del consumo eléctrico del 60 por ciento y una vida útil de entre 35.000 y 50.000 horas, con menor mantenimiento y necesidad de reposición de las lámpara. A pesar de este inferior consumo, la luminosidad es mayor, lo que ha permitido, además, recortar el número de proyectores necesarios.
“La sustitución de la obsoleta tecnología de iluminación para ir adoptando la LED en todo el conjunto palaciego será paulatino. Cada espacio requiere un estudio preciso sobre necesidades lumínicas adaptado a sus elementos patrimoniales. Las próximas zonas que se abordarán serán el Salón de los Tapices y la Capilla del Palacio Gótico”, según ha explicado el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.
“El realce patrimonial es evidente hasta el punto de aflorar elementos que antes estaban sumergidos en la oscuridad como ha ocurrido en el Salón de Embajadores, cuya bóveda puede apreciarse ahora en todo su esplendor”, ha abundado. El alcaide del Real Alcázar de Sevilla, Bernardo Bueno, y su directora conservadora, Isabel Rodríguez, han supervisado el final de estos trabajos junto con Agustín Santana, de la compañía Soltecnosur, quien ha sido el responsable de este proyecto.
“Estamos también ante una contribución del Real Alcázar a una estrategia general del gobierno de la ciudad para reducir el consumo de electricidad, que se evidencia en medidas como el suministro para la iluminación viaria y los edificios y empresas municipales exclusivamente a partir de energías verdes y la inversión en eficiencia energética en colegios públicos y otras instalaciones propias del Ayuntamiento. Y todo ello enmarcado en nuestro compromiso de luchar contra el cambio climático”, ha concluido Muñoz.