Sin duda, las redes de telefonía móvil están entre las maravillas tecnológicas de nuestra época. La capacidad de navegar, transmitir, cargar e incluso comprar desde nuestros teléfonos no es menos que notable. Y esto no es todo. Hay más por venir con el 5G, que promete abrir un mundo nuevo de aplicaciones.
¿Pero quién gana con esta abundancia en innovación e inversión? La respuesta, es complicada. Basta con decir que el ganador no siempre es el operador de telecomunicaciones al que pagamos nuestra factura mensual.
Así que, desde una perspectiva del consumidor, claramente estamos en una edad de oro para los dispositivos móviles. Estamos transmitiendo, estamos navegando, estamos haciendo muchas cosas desde nuestros teléfonos móviles que antes no podíamos hacer.
¿Pero cómo de rápido está creciendo el consumo de datos a través de nuestros smartphones?
Está creciendo enormemente. Si observamos los números en Europa, el consumo de datos se ha multiplicado por seis entre 2010 y 2017. Creo que en realidad está creciendo aún más rápido si observas diferentes pronósticos. Una razón clave para ello es la disponibilidad ubicua de 4G, tanto en teléfonos como en redes. Con los nuevos servicios (aplicaciones de transmisión, etc.), las empresas de telecomunicaciones cubren a más personas que la electricidad en la actualidad. Es un producto verdaderamente ubicuo. Las previsiones claramente apuntan a que seguirá creciendo. Por ejemplo, un dato espectacular es que, de todo el tráfico móvil actual, el 75% es video. Ese es también el crecimiento más rápido tanto en términos de cantidad o de consumo de videos que se cargan en, por ejemplo plataformas como YouTube. La expectativa es que el crecimiento que hemos visto se acelerará en los próximos tres a cinco años.
Si observamos este crecimiento, vamos a ver la disponibilidad de dispositivos muy baratos en muchos, muchos mercados. Por ejemplo, en África, tienes teléfonos que cuestan 50 o incluso 20 dólares, lo que permite que muchas personas tengan teléfonos y puedas ofrecerles tantas aplicaciones interesantes. El valor generado por los teléfonos móviles para la sociedad y para las personas es tan grande que realmente estamos viviendo una edad de oro de oportunidades. Cuanto más y mejor se desarrolla la red, más factible es. Eso también lo hace mucho más emocionante.
Con un teléfono 2G, podías enviar SMS, pero ahora, de repente, puedes hacer reserva de Cabify o Taxi, puedes gestionar tu cuenta bancaria, incluso puedes mirar tu cultivo. ¿Mi cultivo está bien? ¿Puedo obtener asesoramiento? ¡Consiga un consejo médico! El valor de los teléfonos inteligentes en los mercados emergentes es muy interesante, y el valor creado para el individuo y para la sociedad es tremendo.
Desde la perspectiva de una empresa y desde la perspectiva de la industria, la pregunta interesante y con la que abrimos este artículo es:
¿Quién está obteniendo el valor?
Bueno, pues la respuesta es que «depende». Todavía hay un crecimiento increíble en la industria de las telecomunicaciones. América del Norte entre 2007 y 2017 ha tenido crecimientos de un 100% y a una tasa similar en Corea y Japón, por ejemplo. Europa se encuentra con un mercado en recesión, que probablemente sea debido a la estructura de un mercado muy competitivo más que cualquier otra cosa, sobre todo en lo que afecta a la factura mensual de los consumidores.
El segundo grupo a tener en cuenta en este reparto de valor son los dispositivos, especialmente en el segmento alto de un mercado maduro, algunos teléfonos cuestan hasta 1.000 euros en este momento. Ha habido una gran cantidad de creación de valor y cambio de este valor hacia los “players” de tecnología que fabrican estos dispositivos.
El tercer grupo, que es probablemente el de mayor oportunidad, son los servicios y aplicaciones que se encuentran por encima de eso, ya sea la transmisión, el entretenimiento, o cualquier otro tipo de servicios, que requieren tanto las redes ubicuas como los teléfonos inteligentes, ya sean de gama baja o de gama alta.
Esos son los tres tipos diferentes de jugadores en la industria que están viendo flujos de valores muy diferentes y trayectorias bastante diferentes en este punto.
Así que a las empresas de telecomunicaciones les ha ido bien, además de en Europa en el resto del mundo. Tal vez, no tan bien como a algunos fabricantes de dispositivos, sin dar nombres, y a algunas de las compañías tecnológicas.
Las empresas de telecomunicaciones son en gran parte industrias locales, por lo que compiten localmente. Y lo han hecho relativamente bien en sus mercados locales, pero una vez que comienzan a competir en la escala global, por ejemplo, para los servicios, se vuelve más difícil. Eso provocó una cierta crisis de identidad. Porque antes, hacían todo, desde llamadas, a SMS, y proporcionaban muchos servicios de tecnología y conectividad. Ahora, de repente, están encajonados en esta área de conectividad. Si intentas competir con jugadores globales sin la I + D, sin los desarrolladores y sin el horizonte de diez años, la rentabilidad es muy difícil. Por lo tanto, muchas empresas de telecomunicaciones fuera de Europa lo han hecho realmente bien, pero no tan bien como los grandes proveedores de servicios globales y las compañías de Internet. Y luego está la pregunta de, «¿Cuál es mi negocio? ¿Y cómo puedo tener éxito en este juego?
Marcos regulatorios
Los marcos regulatorios de los países tratan de ser un acto de equilibrio entre cómo proteger al consumidor, la concesión de licencias locales y asegurar la inversión y la garantía de tener excelentes infraestructuras.
En gran medida, la Unión Europea hizo un buen trabajo para asegurarse de que los consumidores tuvieran un bajo coste de conectividad. Ahora estamos al borde de un gran despliegue de 5G, así que la pregunta es: «¿Hay suficiente dinero y hay suficiente generación de valor para que un operador se despliegue más rápido?» Es difícil lograr el equilibrio entre la protección del consumidor y la garantía de la inversión. En diferentes momentos y en diferentes mercados, los gobiernos jugaron de manera diferente y, por lo tanto, se ven resultados diferentes.
Red móvil 5G
5G es solo la próxima evolución de la red móvil. Empezamos con 2G, luego 3G, 4G. Ahora tenemos 5G. 5G hace tres cosas grandes. Una es que permite una velocidad mucho más rápida. Estamos hablando de gigabits por segundo. Así que irá más rápido. Entre configurar la conexión y recibir algo, las cosas van más rápido. Y eso es muy importante, si quieres dirigir un robot, ese robot reacciona muy rápido en lo que haces. Una tercera es que permite muchos casos de uso de IoT (Internet of Things). Esas son las tres grandes cuestiones que 5G va a procurar. Este año 2019 será el año de lanzamiento comercial.
La entrada de la red 5G va a cambiar radicalmente muchos usos como la industria 4.0, como la automoción y muchas, muchas aplicaciones. El cambio de juego vendrá de aplicaciones de IoT, aplicaciones de la Industria 4.0. Sabemos que va a haber mucho valor creado a través de 5G. Aún no sabemos exactamente qué, pero habrá cosas creadas. Habrá valor creado a partir de 5G. ¿Cómo tienes una «silla» asegurada en la mesa del negocio? ¿Cómo te asocias? ¿Cuáles son los modelos de negocio? ¿Cuáles son las alianzas, los ecosistemas para capturar realmente valor? ¿Es un negocio rentable?
La consultora experta en tecnología McKinsey Global Institute piensa que tendrá un valor de entre los 4 y los 11 billones. Valor creado por la tecnología IoT.
Al mismo tiempo, el derecho a jugar no es lo mismo que el derecho a ganar. El derecho a ganar significa que debes entender el negocio en «vertical». Debes poder asociarte con fabricantes de dispositivos, con empresas que operan en distintas industrias, empresas que entienden los procesos y que construyen la solución. La pregunta es, como jugador regional o local, ¿cómo se inyecta en ese ecosistema para generar valor?
Algunos casos de uso más locales, como las ciudades inteligentes, o temas relacionados con la atención de la salud, son más fáciles de capturar para las empresas de telecomunicaciones porque hay un aspecto normativo local. Deben reinventarse a escala local del mercado. Mientras que cosas como Industria 4.0 serán más difíciles porque parte de eso será más global.
Y, por supuesto, la otra cuestión acerca de 5G, como cualquiera de estas transiciones de tecnología, es el coste de la construcción de la nueva red. ¿Cuánto va a costar? ¿Quién va a ganar con el desarrollo del 5G?
La 2ª parte el próximo 28 de febrero