El Puerto Olímpico de Barcelona, conocido por su vitalidad y por ser un símbolo de los Juegos Olímpicos de 1992, ha experimentado una gran transformación después de que hace cuatro años el Ayuntamiento de Barcelona se propuso convertirlo en un espacio más integrado y comprometido con la ciudadanía.
El objetivo final con la actuación era revitalizar la relación entre la ciudad y su histórico frente marítimo, para dar paso a una nueva zona donde la economía azul, la náutica, la gastronomía y el mar fueran los protagonistas, sustituyendo los locales de ocio nocturno que habían predominado en la zona hasta el momento.
Uno de los puntos claves de esta metamorfosis va a ser la próxima celebración de la 37ª edición de la Copa América de Vela en Barcelona, entre agosto y octubre de 2024, un evento que no sólo promoverá internacionalmente la ciudad como un epicentro náutico, sino que también servirá como catalizador para acelerar las mejoras infraestructurales en curso.
Dentro del amplio abanico de mejoras planificadas, el Ayuntamiento de Barcelona ha realizado una significativa actualización del sistema de alumbrado del paseo marítimo, implementando tecnología LED para cumplir con dos objetivos fundamentales: realzar la belleza de la zona y mejorar la eficiencia energética. Con la premisa de modernizar las obsoletas lámparas de descarga que se encontraban tanto en la superficie como en el interior de la emblemática estructura cuadrada que domina el paseo, la alcaldía confío en Carandini y su solución de alumbrado ambiental Mikos.
Carandini suministró 64 unidades del proyector Mikos en tamaño S con dos temperaturas de color diferentes: la mitad con 2.200 K y el resto 3.000 K. “La combinación de estas dos temperaturas (una cálida y la otra fría) genera una iluminación arquitectónica bicolor que confiere un carácter distintivo y sofisticado al paseo y transforma el puerto en un espacio elegante y visualmente atractivo”, señalan desde Carandini.
Sostenibilidad y respeto al Medio ambiente
La renovación del Puerto Olímpico también se ha enfocado en la sostenibilidad a través de múltiples iniciativas. La integración de pérgolas con placas fotovoltaicas en la zona gastronómica es un ejemplo destacado. Estas estructuras no solo proporcionan sombra sino que también generan electricidad, contribuyendo a un consumo energético más responsable y autónomo.
Además, la instalación de biotopos submarinos y la naturalización del espigón destacan el compromiso del proyecto con la biodiversidad marina. Estas acciones no solo mejoran la calidad del hábitat para diversas especies, sino que también son un paso adelante hacia la recuperación de los ecosistemas marinos locales, que se han visto afectados por décadas de actividad urbana e industrial.
En el campo de la iluminación, la solución propuesta por Carandini ha sido diseñado bajo criterios ‘Night Friendly’ con el objetivo de garantizar un alumbrado que sea respetuoso con el entorno y las personas, que mitigara la contaminación lumínica y que fuera amable con el mar y su biodiversidad.
Imágenes: Carandini