Asegurar los hogares y edificios inteligentes de los riesgos de ciberseguridad es ahora más relevante que nunca a la luz de la crisis provocada por la pandemia COVID-19. La Agencia Europea de Ciberseguridad (ENISA) detalla alguna de las medidas fundamentales que debemos tener en cuenta para asegurar nuestros dispositivos inteligentes.
El Internet de las Cosas (IoT) ha cambiado la forma en que la gente vive, hace negocios e interactúa. Los edificios y casas se están volviendo más inteligentes, más complejos y más conectados. Esta interconexión masiva lleva a nuevas eficiencias y capacidades y desbloquea un enorme valor para los consumidores, las organizaciones y las ciudades. Sin embargo, estas ventajas vienen acompañadas de grandes desafíos y riesgos de seguridad cibernética.
Proteger los hogares y edificios inteligentes de los riesgos de seguridad cibernética es más relevante que nunca a la luz de la crisis de la pandemia COVID-19. La gente está pasando un tiempo considerable en casa usando cámaras inteligentes, dispositivos conectados y telecomunicaciones para mantenerse en contacto con sus negocios, médicos, gobierno, escuela, amigos y familia. Gracias a todo ello, las personas se mantienen productivas pero también se vuelven más susceptibles a los ataques de ciberdelincuentes que buscan sacar provecho de esta situación.
Asegurando el hogar
El distanciamiento social ha cambiado nuestros hábitos diarios con actividades relacionada con el trabajo, la educación, la salud, el bienestar y la socialización que ahora se realizan necesariamente desde el hogar. La mayoría de estas actividades se realizan en formato digital y por lo tanto dependen en gran medida de la conectividad y los dispositivos inteligentes que disponen en nuestra casa. Muchos consumidores son conscientes de que sus dispositivos inteligentes podrían introducir vulnerabilidades en su red doméstica y deberían configurarlos adecuadamente. Sin embargo, les cuesta entender lo que se requiere de ellos para mantener su termostato inteligente o sus asistentes de voz seguros. A continuación, ENISA presenta algunas medidas fundamentales para asegurar los dispositivos inteligentes:
- Utilice contraseñas largas, autenticación en dos pasos, y si es posible, habilitar las características biométricas o PIN adicionales
- Utilice contraseñas diferentes para cada dispositivo de su red doméstica.
- Preste atención a lo que dicen las guías de usuarios de los dispositivos y habilite las características de seguridad pertinentes durante la configuración inicial
- Habilite las notificaciones de actualización y realice las actualizaciones de forma regular
- Evite introducir información sensible y sea consciente de la forma en que se utiliza su informaciónç
- Apague y desenchufe el dispositivo cuando ya no se utilice
Asegurando los edificios
Casi de la noche a la mañana, en un esfuerzo por implementar inmediatamente el distanciamiento social, muchos empleados a lo largo de todo el mundo han comenzado a trabajar a distancia desde sus casas y a mantenerse alejados de las oficinas. Esta nueva situación tan poco común puede hacer que los empleados sean menos diligentes en cuanto a las prácticas de seguridad. Nunca ha sido más importante asegurar proactivamente edificios/oficinas inteligentes, que a menudo controlan sistemas u operaciones que pueden ser críticos.
Asegurar las redes, monitorear las anomalías de la red, identificar comportamientos maliciosos incluyendo ingeniería social e intentos de «spear phishing» y revisar las configuraciones de seguridad de la IoT es el camino a seguir y, en ese sentido, ENISA proporciona las siguientes recomendaciones además de las mencionadas anteriormente:
- Habilitar la protección del firewall, y asegurar que la red corporativa sólo sea accesible desde los servicios que sean seguros.
- Deshabilitar los puertos no utilizados.
- Aplicar la microsegmentación de la red creando redes virtuales para aislar los sistemas de IoT de otros sistemas informáticos críticos.
- Habilitar la supervisión y el diagnóstico y revisarlos regularmente.
- Preparar y actualizar los planes de respuesta a incidentes de acuerdo con los riesgos actuales.
Las casas y edificios inteligentes se han convertido en los refugios digitales para todas las personas en esta época de distanciamiento social y confinamiento. Asegurarlos es una responsabilidad compartida y todos deben participar en la consecución de un entorno digital más seguro y resistente tanto en el hogar como en el trabajo.