Prosegur ha estrenado en su principal base operativa de España, ubicada en Madrid, un proyecto integral de optimización energética cuyos dos elementos principales son la sustitución total de instalaciones de iluminación a tecnología LED y la instalación de paneles solares fotovoltaicos para cubrir parte de su consumo con energía autogenerada.
Gracias a la actuación, el edificio (el buque insignia de los inmuebles operativos del grupo) asciende dos niveles en su categoría energética y ha pasado de la categoría D a la B. En concreto, el proyecto de iluminación permite a la compañía de seguridad reducir su consumo en un 58% respecto a la instalación anterior, evitando la emisión de más de 129 toneladas de CO2 al año. Además, la instalación de paneles fotovoltaicos reduce el consumo estimado en un 14%, y evita la emisión de más de 62 toneladas de CO2 cada ejercicio.
“Cualquier proceso de transformación siempre es apasionante, pero los de eficiencia energética -por contribuir a la toma de conciencia y al desarrollo sostenible – con mucho más motivo. Estos proyectos aportan el valor añadido de cohesionar a una compañía tan diversa como la nuestra porque logran vincular a todos los negocios y múltiples áreas”, asegura Esteban Pozo, director global de Eficiencia Energética de Prosegur.
Este proyecto está en línea con otras iniciativas desarrolladas por Prosegur, entre las que destaca la instalación de paneles fotovoltaicos en 15 edificios de Brasil, un plan pionero que cuenta con certificado de energía renovable. Ahora se une el proyecto de Vicálvaro, que servirá como experiencia para replicar la iluminación LED y diferentes medidas de eficiencia energética en otros diez edificios corporativos de la compañía en España y Portugal.
En la siguiente fase, Prosegur implantará sistemas tecnológicos de gestión energética en sus principales ubicaciones que, mediante telemedición, sensores y análisis de datos, permitirán controlar las pautas de consumo y reducirlas hasta en un 10%.
Imágenes: Prosegur