Se ha inaugurado en una favela de Brasil la primera cancha iluminada «por sus propios jugadores” que utiliza la energía cinética del movimiento de los que la recorren para proporcionar iluminación nocturna.
Presentada por Pelé como «padrino» de la primera cancha del planeta cuya iluminación la generan los propios jugadores, el campo de juego fue inaugurado el 10 de septiembre en una favela de Río de Janeiro en Brasil. El sistema de iluminación se alimenta de la energía cinética del movimiento de los jugadores para proporcionar la iluminación nocturna.
El proyecto fue ideado por el ingeniero inglés Laurence Kemball-Cook y desarrollado con apoyo financiero de Royal Dutch Shell, el gigante petrolero que para su implantación eligió la favela Mineira, ubicada en la zona céntrica de Río de Janeiro, a menos de un kilómetro del Sambódromo.
Sistema solar combinado con iluminación
Alrededor de 200 baldosas que capturan energía cuando los jugadores las recorren han sido colocadas y cubiertas por una capa de césped sintético a lo largo y ancho de la cancha.
La energía de las baldosas propulsadas por los jugadores es almacenada y alimenta seis reflectores con paneles solares instalados alrededor del campo, lo que permite su uso durante la noche.
«Un proyecto como este marcará una diferencia real para los habitantes de la comunidad. Antes, la cancha de fútbol era en gran parte inutilizable, y muchos de los jóvenes se veían obligados a jugar en las calles. Ahora, se juega fútbol desde las 5 de la madrugada, y hasta la noche», expresó Pedro Veiga, funcionario de la Municipalidad de Río de Janeiro.