Investigadores de la Escuela de Ingeniería y Artes Digitales (EDA) han desarrollado en estudio en escuelas primarias en el norte de Tailandia para evaluar cómo un dispositivo especialmente diseñado para el internet de las cosas educativo (Educational Internet of Things – IoET) podría mejorar la participación activa de los niños y sus resultados de aprendizaje.
Para ello, los investigadores, dirigidos por el Dr Jim Ang y el estudiante de doctorado Pruet Putjorn, desarrollaron una plataforma IoET personalizada denominada OBSY (Observation Learning System). El sistema está formado por varios componentes, como un lector de luz y un monitor de temperatura, que luego podrían enviar datos de forma inalámbrica.
El dispositivo OBSY fue diseñado para ser tan “amigable” como fuese posible, similar a un juguete, para fomentar la curiosidad en los niños, ya que las investigaciones previas habían demostrado que los dispositivos tecnológicos de aspectos más convencionales alejaban a los niños y creaban ansiedades en el aprendizaje.
El dispositivo se utilizó como parte clave de tres experimentos diferentes en el aula: el primero en el estudio del crecimiento del moho en diferentes condiciones, aprendiendo sobre los diferentes factores que influyen en el crecimiento de los hongos y por último evaluar cuánto luz pueda pasar por diferentes objetos.
Los estudiantes que usaron la herramienta OBSY pudieron llevar a cabo estos experimentos de varias maneras, como usar su cámara para tomar fotos o videos y compararlos, monitorear los cambios de temperatura en los objetos que se estudian o medir la cantidad de luz que pasa a través de un objeto.
Luego pudieron ver esta información, que había sido enviada directamente desde OBSY, en gráficos y otras pantallas visuales de sus tablets, lo que ayudó a mejorar su comprensión de cómo las diferentes condiciones daban lugar a resultados diferentes.
A partir de esto, los investigadores pudieron demostrar que los niños que usaban la herramienta OBSY tenían un compromiso en el aprendizaje notablemente superior y unos resultados mejores que los de la clase de control que realizó los mismos experimentos sin OBSY.
Además, los resultados también mostraron que el género, la edad y el uso precio de la tecnología no tuvieron ningún impacto en los resultados finales de aprendizaje, lo que subraya aún más su potencial educativo.
En particular, los comentarios positivos recibidos tanto de niños como de niñas de la plataforma demuestran que, a pesar de que estudios previos sugieren que los niños son más receptivos al aprendizaje basado en la tecnología, es posible diseñar herramientas y plataformas que puedan ser utilizadas por ambos os.
“El experimento OBSY demuestra el potencial de los dispositivos IoET en una amplia variedad de edades y la implementación de sistemas similares podría ser una herramienta importante para el desarrollo educativo en niños pequeños” concluyó el investigador principal Pruet Putjorn.