Según el informe «Doing business in China», elaborado por Price Waterhouse Coopers, China se ha convertido en un referente en las inversiones occidentales debido principalmente a su media de crecimiento económico anual del 8% . Solamente en 2011 la inversión extranjera alcanzó 116.000 millones de dólares.
Por el momento, el consumo interno se ha disparado y es ya una de las principales palancas de crecimiento. Tanto es así, que el gobierno chino ha decidido doblar la renta per cápita de sus habitantes para fomentar aún más ese consumo y permitir el crecimiento de la venta de bienes de consumo. Esto supone grandes oportunidades para las grandes multinacionales occidentales.
Y en cuanto al crecimiento demográfico por sectores de edad, según el estudio, el 40% de los habitantes chinos tendrá más de 50 años en 2020, con lo que los sectores como el asegurador, el farmacéutico o el sanitario crecerán enormemente.
Económicamente habría además que dividir a China en cuatro grandes grupos que coinciden con el modelo de ciudad. En un primer grupo se encontrarían los habitantes que viven en las cuatro grandes metrópolis: Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, que superan los siete millones de habitantes y que tienen una renta per cápita de unos 8.000 euros. Un segundo grupo estaría integrado por 29 ciudades localizadas en el centro y el este del país que tienen una población de entre 4 y 7 millones de habitantes y una renta per cápita que oscila entre los 4.000 y los 8.000 euros. Los otros dos grupos restantes son una combinación de 254 ciudades con un nivel de desarrollo medio bajo, y las zonas rurales, que tienen unas rentas inferiores a los 4.000 euros anuales.
Barreras que superar
El estudio de PWC recomienda un previo análisis de mercado sobre el producto que se quiere desarrollar antes de abordar la aventura en China, así como tener en cuenta que las compañías deben adaptarse tanto al mercado como a la cultura chinas. En cuanto a los recursos humanos, en China ya se encuentran profesionales muy bien preparados, como en occidente, pero abundan los trabajadores con una muy baja cualificación y con una forma de trabajar muy jerarquizada e inflexible, difícil de gestionar. Asimismo, los salarios se han incrementado en los últimos años y ya no es tan atractivo producir en China determinados productos.
Asesoramiento
El informe establece como fundamental un buen asesoramiento in situ, ya que debemos abordar temas importantes como la gestión de la tesorería o las fusiones y adquisiciones. Hay que tener en cuenta que es muy difícil introducir o sacar dinero de China, con lo que la gestión de los activos financieros es crítica. Por otro lado, el asesoramiento es imprescindible cuando se trata de posibles fusiones o adquisiciones de empresas locales por las peculiaridades de la cultura empresarial china y los altos precios que están alcanzando las empresas debido al alto potencial.