El edificio que mejor se adapta es el que mejor perdura en el tiempo. Así es cómo Enero Arquitectura, uno de los estudios de arquitectura sanitaria con más proyección del momento, concibe y desarrolla sus proyectos. Un ejemplo de ello es uno de sus últimos trabajos: el Hospital Quirónsalud Valle del Henares, en Torrejón de Ardoz.
El edificio, ubicado en el nuevo barrio Soto Norte, ocupa una superficie de 14.081 m2 y busca dar soluciones eficientes a los usuarios de la zona. El centro cuenta con 66 habitaciones individuales, 6 UCI de adultos, 7 UCI neonatos, 7 quirófanos, 50 consultas, unidades de trabajo y parto, área ambulatoria y de urgencia, cubriendo todos los niveles asistenciales, desde los más básicos a los de mayor complejidad.
El diseño del edificio responde al programa de un hospital de tamaño medio, en el que el proceso y estudio previo han sido de gran complejidad, buscando conjugar la optimización en tiempos y la máxima eficiencia, por medio de la innovación y, por supuesto, mejorando los procesos asistenciales y la experiencia del paciente. El conjunto se articula en torno a tres grandes volúmenes independientes conectados entre sí por medio de una serie de crujías perpendiculares, las cuales permiten la circulación vertical y horizontal de los usuarios. La disposición principal en sentido norte-sur se complementa con unas crujías en sentido este-oeste con la finalidad de conectar las diferentes unidades funcionales, tanto en horizontal como en vertical, dotando de una circulación eficaz a los diferentes tipos de flujos (público, interno y suministros) que un centro sanitario soporta en el día a día.
La disposición de los tres bloques responde a condicionamientos de la parcela para lograr un máximo aprovechamiento de la luz natural y optimizar el asoleamiento, ofreciendo vistas agradables a los usuarios y optimizando, también, la acústica del edificio. De hecho, la práctica totalidad de los espacios del conjunto se ven beneficiados por la luz natural, gracias al diseño de dos aberturas entre los volúmenes. La primera abertura genera un amplio y luminoso vestíbulo que actúa como prolongación natural del exterior, una calle cubierta desde la que orientarse fácilmente dentro del edificio, mientras que la segunda es una calle en sí misma que facilita la circulación rodada. La intención es ayudar al paciente a sentirse lo mejor posible desde su entrada en el hospital y que se pueda ubicar dentro del edificio fácilmente.
La innovación, seña de identidad del estudio, se ve reflejada en la solución del sistema de piezas industrializadas de hormigón para la fachada, utilizadas a fin de mejorar los plazos de ejecución y el ahorro en los costes indirectos de la obra, obteniendo acabados mejorados y minimizando el impacto medioambiental en su construcción. Así mismo el diseño del edificio se centra en alcanzar un alto grado de eficiencia energética, con elementos activos y pasivos de ahorro.
El nuevo Hospital Quirónsalud Valle del Henares, constituye un proyecto en el que la humanización de los espacios y la búsqueda del bienestar de los usuarios es favorecida gracias a la experiencia y saber hacer de un equipo multidisciplinar y colaborativo de arquitectos, arquitectos técnicos e ingenieros.
Fotógrafo: Jorge Allende