En lo alto de la ciudad siciliana de Enna se alza el Castello di Lombardia, una fortaleza medieval considerada una de las más extensas y mejor conservadas de Italia. Su silueta domina el paisaje urbano y constituye un referente identitario para la comunidad. Sin embargo, durante décadas los espacios adyacentes habían permanecido degradados y carentes de una articulación coherente entre patrimonio, paisaje y uso ciudadano.
En 2025, el Ayuntamiento de Enna emprendió una actuación decisiva para revertir esta situación, dentro de un programa de regeneración urbana. El proyecto, dirigido por el arquitecto Andrea Caporali con la colaboración del estudio Omphalos, de los arquitectos Adriano Furma y Roberta Andaloro, supuso la recuperación integral de Viale Nino Savarese y Piazza delle Rimembranze, áreas que rodean el complejo fortificado y que constituyen su acceso natural.
La intervención perseguía un objetivo claro: restituir al conjunto monumental su relación con la ciudad, garantizando una iluminación y un diseño del espacio público acordes con su valor histórico y su papel contemporáneo como lugar de encuentro ciudadano.
Un enfoque integral de regeneración patrimonial
El equipo proyectista planteó la intervención bajo una metodología multidisciplinar, combinando criterios arquitectónicos, paisajísticos, arqueológicos y ambientales. La actuación debía resolver simultáneamente la accesibilidad, la movilidad peatonal, la seguridad, el confort visual y la sostenibilidad lumínica.
En este contexto, la iluminación se convirtió en una herramienta fundamental para reinterpretar el lugar sin alterarlo. No se trataba de “iluminar un monumento”, sino de restituir su identidad nocturna mediante un lenguaje de luz discreto, controlado y respetuoso con la materialidad de la piedra y con la atmósfera del paisaje circundante.
Para ello, el proyecto contó con la participación de la firma italiana Platek, especializada en soluciones para iluminación exterior arquitectónica, que aportó luminarias desarrolladas por su departamento de I+D y adaptadas específicamente a los requerimientos del emplazamiento.
Entre las soluciones desarrolladas destaca el modelo TIKAL, un empotrable compacto para escaleras y pasos diseñado para integrarse visualmente en entornos arquitectónicos de alto valor patrimonial. En el acceso que conecta Viale Nino Savarese con el Museo del Mito, el dispositivo se fijó directamente sobre una barandilla de acero corten, sin necesidad de estructuras adicionales.
Luz a medida para cada espacio del conjunto monumental
Cada zona del entorno del Castello di Lombardia exigía una solución lumínica específica, adaptada a sus características arquitectónicas y paisajísticas. Los muros del castillo, la Rocca di Cerere y los senderos peatonales fueron iluminados con proyectores SUN montados en columnas, diseñados por Lundbergdesign. Estas luminarias se seleccionaron por su capacidad para ofrecer una luz potente pero perfectamente controlada, sin deslumbramientos ni dispersión hacia el entorno. En las áreas de tránsito se aplicó una óptica vial, mientras que en las superficies pétreas se emplearon ópticas difusoras, logrando una coherencia visual y un confort perceptivo que unifica todo el conjunto.
La escarpa rocosa situada al pie del castillo, un elemento de gran valor paisajístico, se destacó mediante luminarias empotradas en el suelo del modelo MEDIO, dispuestas a lo largo de la franja de grava. Su instalación a ras de terreno permite resaltar el relieve natural sin alterar la composición visual del paisaje.
En la Piazza delle Rimembranze, en cambio, se optó por empotrables MINI para realzar los árboles y el Monumento a los Caídos, combinados con columnas TRIS que aportan una iluminación homogénea sobre los pavimentos y zonas de estancia cercanas a los bancos y puntos de encuentro. El resultado es una luz suave y equilibrada, pensada para acompañar la vida cotidiana y las actividades sociales sin imponerse sobre el espacio.
Finalmente, el camino que conecta Piazzale Euno con la Rocca di Cerere se resolvió con balizas SPY, dotadas de un acabado en vidrio blanco. Estas discretas luminarias, integradas directamente en el muro existente, emiten un resplandor tenue y uniforme que guía el paso de los peatones garantizando seguridad y confort visual, al tiempo que preserva la atmósfera natural del entorno histórico.
Un modelo de regeneración urbana integrada
Como ya se mencionó, la intervención desarrollada en el entorno del Castello di Lombardia no se limitó a la mejora estética del conjunto monumental, sino que abordó de manera integral aspectos urbanos, sociales y ambientales. La intervención mejoró la accesibilidad mediante recorridos sin barreras, rampas de pendiente suave y mobiliario ergonómico, al tiempo que incorporó nuevas zonas verdes y arbolado que aportan sombra y confort climático.
El diseño buscó reconectar el patrimonio monumental con la ciudad, favoreciendo una movilidad peatonal sostenible y creando espacios capaces de acoger eventos culturales y actividades comunitarias. Además, se introdujeron medidas de gestión natural del agua y refuerzo del terreno para reducir el riesgo hidrogeológico y mejorar la resiliencia ambiental.
El resultado demuestra cómo una iluminación bien planificada puede realzar el patrimonio sin alterar su identidad, convirtiéndose en un instrumento eficaz para la regeneración urbana sostenible y el fortalecimiento del vínculo entre paisaje, memoria y ciudadanía.
Fuente de imágenes: Platek. Fotógrafo: Ottavio Tomasini