Hace un año, en el verano de 2019, la Universidad de California (UC Santa Barbara) presentó una demanda contra los cinco grandes gigantes del comercio en EE.UU (Ikea, Amazon, Walmart, Target y Bed Bath), por la distribución no autorizada de bombillas LED de filamentos con la tecnología patentada por la Universidad. Ahora se anuncia una importante expansión de esta campaña con un nuevo litigio contra seis de los principales minoristas y proveedores de iluminación LED de filamentos.
Basándose en el éxito de la primera fase de la campaña, la prestigiosa firma de abogados Nixon Peabody ha presentado una nueva denuncia ante la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos para que se investigue la importación y venta no autorizada de productos de iluminación LED de filamentos patentada por la Universidad por parte de General Electric, Savant Systems, Feit Electric, Home Depot, Ikea y Satco Products.
Los productos a los que hace referencia la demanda son las bombillas de filamentos LED que normalmente se comercializan bajo el nombre de bombillas “Edison” o bombillas LED “Vintage”, que replican a las míticas bombillas EDISON donde los filamentos son visibles dentro de la bombilla. Estos productos de iluminación con cada vez más populares, con una amplia gama de bombillas, lámparas y otros productos que incorporan la tecnología patentada por la Universidad de California, disponibles a través de minoristas y proveedores.
El objetivo de la campaña es licenciar las patentes de UC que cubren esta tecnología y proteger a los licenciatarios de la competencia sin licencia. “Los ingresos de las licencias ayudan a la universidad a apoyar más iniciativas educativas y de investigación académica que produzcan importantes innovaciones como la de las bombillas LED de filamentos”, señalan desde la Universidad.
En el año transcurrido desde el lanzamiento de la campaña, más de una docena de minoristas y proveedores han concedido licencias de la tecnología patentada de la UC y ahora están autorizados a importar y vender productos de iluminación LED de filamento. Entre ellos LEDVANCE, que firmó el acuerdo de licencia al final del año pasado.
“Nos sentimos animados por los éxitos logrados durante el primer año de esta campaña. El nuevo litigio es un importante paso adelante para abordar lo que se está convirtiendo en una infracción omnipresente, de modo que la UC sea debidamente compensada por la explotación de sus invenciones y los importantes beneficios que proporcionan a la sociedad», dijo Seth Levy, socio de Nixon Peabody en Los Ángeles. «La UC sigue comprometida a defender a los propietarios de patentes universitarias y a liderar la conversación con los socios de la industria sobre la compensación justa por el uso de las patentes universitarias».
¿Por qué contra los distribuidores y no contra los fabricantes?
Desde que las bombilla LED de filamentos estuvieron disponibles en el mercado en el 2014, el mercado ha crecido de manera sustancial. Solo en 2019, las ventas proyectadas de este tipo de productos están por encima de los 1.000 millones de euros. Estos grandes distribuidores se han beneficiado de las ventas no autorizadas de esta tecnologías desde que estuvo disponible por primera vez, a pesar de los esfuerzos de la universidad por notificar a los infractores y establecer licencias con la industria de la iluminación. Estos esfuerzos no han sido suficientes para abordar este importante problema, y es por ello que ha optado por tomar medidas más agresivas a través del inicio de estas acciones legales.
La Universidad ha optado por demandar a estos grandes del comercio, ya que los fabricantes de los productos infractores en este caso tienen su base en gran parte en China, lo que hace que sea poco práctico y potencialmente ineficaz emprender acciones legales contra ellos. Estos minoristas tienen los medios y la responsabilidad de garantizar que los productos que ofrecen provienen de fuentes legítimas y/o estén autorizados bajo las patentes correspondientes. Sin embargo, señalan desde la universidad, “no han confirmado esa responsabilidad y en su lugar han proporcionado una salida para la comercialización de estos productos de fuentes extranjeras, privando a la UC Santa Barbara de los ingresos a los que tiene derecho legalmente”.