Barcelona Energía, el operador eléctrico metropolitano, empieza a operar desde el 1 julio con la intención de tener un papel activo en el mercado energético para hacerlo más justo, eficiente y sostenible. La compañía inicia hoy la actividad para satisfacer las necesidades de electricidad del Ayuntamiento y el resto de empresas municipales, así como del alumbrado público, y a partir de enero del 2019, se abrirá a toda la ciudadanía. Se estima que su uso permitirá un ahorro anual de cerca de 710.000 euros.
Más allá del ahorro económico, la puesta en marcha de la comercializadora pública persigue liderar la transición hacia la soberanía energética de la ciudad, la apuesta por la generación renovable local y el fomento de un consumo más responsable y racional de la energía.
Barcelona Energía comercializa la producción que genera desde las plantas que actualmente gestiona y explota, que son: 41 plantas fotovoltaicas instaladas en edificios municipales, la planta de valorización energética de Sant Adrià de Besòs y la planta de aprovechamiento energético de biogás del vertedero del Garraf.
Independencia de las grandes eléctricas
La comercialización de energía cien por cien verde y de proximidad supone dejar de depender del oligopolio eléctrico actual y combatir los efectos del cambio climático con la reducción de los gases de efecto invernadero que se producen por el transporte de la energía que consumimos, además de reducir las pérdidas energéticas que se producen en este transporte.
Cuando se abra a la ciudadanía, a partir de enero del 2019, también supondrá un paso adelante en la promoción de una nueva cultura energética en la ciudad, ofreciendo asesoramiento entre los usuarios y las usuarias para una mejor eficiencia en el consumo y también promoviendo la autogeneración de energía fotovoltaica. Se prevé que podrá dar suministro a unas 20.000 familias del área metropolitana.
Barcelona Energía es la comercializadora eléctrica cien por cien pública mayor del Estado, que ya está inspirando a otras administraciones locales, como los ayuntamientos de Cádiz o Pamplona.