El espacio condiciona el aprendizaje. Más del 75% de las clases incluye algún debate y cerca del 60% comprende algún tipo de trabajo en grupo, sin embargo, la mayoría de las aulas en España aún no están adaptadas al trabajo colaborativo, con lo que el entorno constituye el principal obstáculo a la hora de poder disfrutar de nuevos métodos de aprendizaje más dinámicos basados en la investigación, la experimentación, la colaboración, la participación y la exposición, lo que se conoce como aprendizaje activo.
Pese a que las aulas no se encuentren adaptadas a esta nueva pedagogía, lo cierto es que tanto alumnos como profesores demandan nuevos entornos más flexibles que supongan un estímulo para el aprendizaje y no una barrera. Así, según el estudio “Creatividad y Aprendizaje Activo” realizado por Steelcase, el 92% de los estudiantes reconoce sentirse más motivado en clases en las que se promueve el aprendizaje activo y la experimentación. También nueve de cada diez alumnos considera que disponer de aulas con diseños flexibles aumentaría la creatividad y el nivel de atención y el 84% afirma que las clases innovadoras aumentan las posibilidades de mejorar los resultados académicos, puesto que favorecen la participación activa.
Esta nueva pedagogía supone un estímulo para los estudiantes puesto que el profesor deja de dictar para convertirse en un guía que acompaña a los alumnos en sus descubrimientos. “Poner en práctica los conocimientos que se adquieren o, incluso, descubrirlos por uno mismo, es fundamental para fijar conocimientos porque ayudan a recordar, a resolver problemas, a razonar y a no aceptar enunciados como si fueran un dogma de fe”, afirma Alejandro Pociña, presidente de Steelcase. Y para ello, el diseño del espacio y el mobiliario constituyen una parte fundamental de ese proceso. Un espacio bien diseñado en el que los alumnos puedan moverse libremente sin entorpecer el ritmo de la clase, va a favorecer que los estudiantes colaboren fácilmente y fijen mejor los conceptos adquiridos.
Precisamente, con ese espíritu se ha creado #MicrosoftEDULab, un espacio único e innovador en España, en el que la tecnología, el mobiliario y el espacio se fusionan para fomentar el aprendizaje activo de los estudiantes. Este aula, ubicada en la sede de Microsoft en Pozuelo de Alarcón (Madrid), ha sido diseñada con el objetivo de servir de centro de experimentación para que profesores y alumnos comprueben por sí mismos la eficacia de contar con un aula flexible. En el #MicrosoftEDULab se comprobará los beneficios del aprendizaje colaborativo e inclusivo, que integra los elementos clave de un entorno educativo de éxito: pedagogía, tecnología, espacio flexible y entorno de colaboración.
El aula, que cuenta con el certificado como Future Classroom Lab del consorcio de Ministerios de Educación europeos -European SchoolNet- muestra cómo integrar debidamente los tres elementos claves de un entorno de aprendizaje de éxito: pedagogía, tecnología y espacio.
“Con #MicrosoftEDULab queremos compartir con la comunidad educativa -centros, profesores, padres y alumnos- cómo aprovechar la revolución tecnológica para responder a las necesidades actuales de los alumnos de forma más eficaz, colaborativa, personalizada y desarrolladora. Gracias a nuestro acuerdo con Steelcase hemos desarrollado un espacio flexible que incrementa la productividad y el aprendizaje en las aulas”, señala Ainhoa Marcos, responsable de Educación Pública en Microsoft Ibérica.
Fuente imágenes: Microsoft