Mercedes-Benz trabaja desde hace años en innovaciones para sus sistemas de alumbrado con la utilización de tecnologia LED y softwares para conseguir mejores resultados.
El LED Intelligent Light System y los pilotos traseros de intensidad variable de la Clase S son un ejemplo en el campo de la seguridad y la visibilidad en la carretera. Los diodos luminosos tienen una vida útil aproximada de 10.000 horas.
En la evolución de este tipo de tecnología Mercedes ha incluido la función de luces activas que mejora en un 90% la iluminación de la calzada en fracciones de segundo, pues adapta los faros en función del ángulo de giro del volante, la velocidad de guiñada y la velocidad de marcha. A partir de una velocidad de 90 km/h se conecta la luz para autopista, que prolonga el alcance de las luces en hasta un 60%.
En el último modelo CLE de la marca, el sistema de iluminación contará con la tecnología Digital Light, con un nuevo software capaz de generar una resolución con más de 2 millones de píxeles y en calidad HD. En este modelo los grupos ópticos delanteros podrán proyectar algunas señales e iconos sobre el asfalto.
La Clase E abre nuevas dimensiones en la técnica de faros con la versión perfeccionada de los faros MULTIBEAM LED. En lugar de 24, la nueva versión trabaja con 84 LED de alta potencia activables por separado en cada faro. Gracias a ello pueden iluminar la calzada automáticamente con una claridad y precisión extraordinarias y permiten un control exacto de la distribución de la luz sin deslumbrar a los demás usuarios de la vía.
El número de píxeles en los faros LED tiene la misma importancia que la resolución de la pantalla de un dispositivo informático: cuanto mayor sea el número de puntos de la imagen que pueden activarse individualmente, mayor es la definición y más precisa puede ser la imagen visualizada. Además, un número elevado de píxeles permite una representación más dinámica.
Una apuesta de la marca por conseguir una mejor iluminación y seguridad mejorando la visibilidad de sus automóviles.