La melatonina es una conocida por todos nosotros ya que está estrechamente ligada con el ciclo luz/oscuridad y el desarrollo de los nuevos conceptos de iluminación centrado en las personas. Se trata de una molécula que se encuentra presente en casi todos los seres vivos, desde bacterias hasta humanos, y que durante los últimos años ha recibido gran atención, siendo el centro de múltiples estudios clínicos y sus posibles usos terapéuticos. Solo en los últimos cinco años, se han publicado más de 4.000 estudios que usan la melatonina. Ahora con el surgimiento del COVID-19, varios artículos científicos e investigaciones abordan el uso de la melatonina para luchar contra la actual pandemia.
Un aspecto fundamental de la devastadora pandemia que estamos sufriendo por el COVID-19 es el alto riesgo que supone para ancianos y personas con enfermedades de inflación crónica. Si pudiéramos reducir el riesgo de estas poblaciones más vulnerables, se podrían mitigar las graves consecuencias del COVID-19 en estos pacientes. Varios estudios publicados recientemente señalan (1) como el uso de la melatonina podría ser fundamental para la prevención y el manejo clínico de pacientes afectados por el coronavirus, previniendo el desarrollo de síntomas graves, disminuyendo la gravedad de estos, y reduciendo la inmunopatología de la infección después de que su fase activa haya terminado.
Edad y melatonina
El efecto del SARS-CoV-2 en los humanos parece estar claramente relacionado con la edad con tasas de mortalidad excesivamente altas en ancianos. La disminución progresiva de la melatonina con la edad podría contribuir a explicar el aumento aparente de sensibilidad a la COVID-19 en personas de edad avanzada. Como consecuencia del envejecimiento, la glándula pineal acumula depósitos de calcio y disminuye la liberación de melatonina en plasma y líquido cefalorraquídeo. Cambios que parecen estar relacionados con alteraciones fisiopatológicas. (2).
Por lo tanto, la aplicación de melatonina puede aliviar parcialmente las comorbilidades relacionadas con la edad que exacerban la infección por SARS-CoV-2 y aumentan su riesgo (3-4).
Potencial uso de la melatonina en enfermedades infecciosas mortales
La alta mortalidad de las enfermedades infecciosas de virus mortales como el SARS, MERS, COVID-19 y la gripe aviar es a menudo causada por la respuesta inmune innata no controlada y la inflamación destructiva. La mayoría de las enfermedades virales se autolimitan con la ayuda del sistema inmunológico adaptativo activado. Esta actividad depende de la proliferación celular y por lo tanto, requiere varias semanas para desarrollarse. Los pacientes son vulnerables y la mortalidad suele ocurrir durante este período de ventana. Controlar la respuesta inmune innata y reducir la inflamación durante este período aumentará la tolerancia de los pacientes y reducirá la mortalidad en la infección vírica mortal.
Muchos estudios han reportado los efectos beneficiosos de la melatonina en infecciones virales mortales en diferentes modelos animales y su eficacia terapéutica en pacientes con shock séptico. Además, la melatonina tiene un gran margen de seguridad sin efectos adversos graves. Se podría utilizar la melatonina como una terapia complementaria o incluso regular para las enfermedades virales mortales, especialmente si no hay disponible un tratamiento antiviral directo eficiente. (5)
La melatonina puede reducir la inmunosupresión inducida por el estrés crónico y la privación del sueño
El actual modo de vida que en la mayoría de países nos hemos dado ha llevado a que el estrés masivo y prolongado, la ansiedad y la privación de sueño, se conviertan en afecciones comunes, y un interesante tema de análisis científicos sistémico. Estos factores pueden tener un grave efecto negativo en el sistema inmunológico y en la capacidad de las personas para resistir el COVID-19, así como otras afecciones.
Así por ejemplo el estrés y la privación de sueño pueden tener un doble efecto sobre el sistema inmunológico. El estrés a corto plazo tiene un efecto inmunomodulador. Por el contrario, el estrés prolongado suprime la inmunidad. El estrés crónico reduce el número y la actividad de las células inmunitarias protectoras, a la vez que estimula los mecanismos inmunosupresores (por ejemplo, aumentando el número y/o la actividad de las células T reguladoras) y produce una respuesta proinflamatoria (6). Se observan efectos similares en la inmunidad con la privación de sueño a corto plazo y crónica. Esta última es la que tiene un efecto más negativo en la inmunidad, mientras que la insuficiencia de sueño de corta duración puede incluso tener un efecto hormonal (7). Todo esto hace indicar que con privación crónica de sueño y/o estrés son particularmente susceptibles a las enfermedades infecciosas.
El restablecimiento (aunque sea parcialmente) de adecuados hábitos de sueño y la reducción de la ansiedad a través de la melatonina pueden tener un efecto significativo en la salud pública durante la actual crisis de COVID-19.
La melatonina como adyuvante de la vacuna y estimulante inmunológico antiviral
En todo el mundo se está llevando una frenética carrera para generar vacunas seguras y efectivas contra los coronavirus, y específicamente contra el COVID-19. Sin embargo, incluso cuando si se desarrollara una vacuna segura y efectiva, podría no ser tan eficaz para los ancianos y otros grupos de población sensibles. Se informó anteriormente de una respuesta inmunológica limitada a las vacunas para estos grupos debido a la inmunosenescencia, es decir al deterioro gradual del sistemas inmune provocado por el avance natural de la edad. Por lo tanto, se necesitarían coadyuvantes que mejoren la eficacia de las vacunas en los ancianos, y la melatonina podría ser uno de ellos.
Las células asesinas naturales y las células CD4+, así como la producción de citoquinas necesarias para una respuesta eficaz de la vacuna, se ven mejoradas por la melatonina que revierte parcialmente el declive inmunológico relacionado con la edad. Para las poblaciones más jóvenes, complementar la vacunación preventiva con el uso de melatonina preventiva y/o terapéutica puede constituir una estrategia factible también debido a sus propiedades inmunomoduladoras. (8)
¿Puede la melatonina reducir el riesgo de la ventilación mecánica y la fibrosis pulmonar post-COVID-19?
Una de las complicaciones más importantes de COVID-19 puede ser la fibrosis pulmonar, que puede manifestarse como una enfermedad progresiva con una etapa terminal caracterizada por una hipertensión pulmonar grave y una enfermedad cardíaca pulmonar. Aunque todavía no es posible predecir cuál será la verdadera mortalidad por insuficiencia respiratoria y la supervivencia a 5 años de COVID-19, este fue un peligro común para la mayoría de los pacientes durante la anterior epidemia de SARS-CoV-1. La fibrosis pulmonar puede ser un efecto secundario de la ventilación mecánica debido al estrés mecánico que lleva a una transición epitelial-mesenquimal-
El estrés oxidativo es un factor de riesgo adicional para el desarrollo de la fibrosis. Los estudios en animales han demostrado que la inhibición del estrés oxidativo puede proteger contra el desarrollo de la fibrosis. El papel de las propiedades antioxidantes de la melatonina en la prevención de las complicaciones posteriores a la infección de COVID-19 todavía está por abordarse y podría ser fundamental para reducir los riesgos de la ventilación mecánica y la fibrosis pulmonar port-COVID-19.
Los murciélagos tienen niveles más altos de melatonina que los humanos
La hipótesis dominante hoy en día sobre la aparición del virus SARS-CoV-2 es que se produjo a través de una zoonosis. Aproximadamente entre un 60-80% de estas enfermedades infecciosas emergentes provienen de la fauna silvestre (9). Los coronavirus (CoV), por ejemplo, se encuentra en una gama variada de especies animales huéspedes, incluidas las aves y los mamíferos. Uno de los portadores naturales de estos virus son los murciélagos del género Rhinolophus. Los murciélagos transmiten los coronavirus mientras sufren síntomas mínimos o nulos. Los orígenes de los coronavirus de los murciélagos y los factores de patogénesis viral sólo se comprenden parcialmente. Asimismo, los mecanismos de resistencia antiviral en los murciélagos se entienden aún menos, quedando en su mayoría a nivel de hipótesis.
Pese a que no se tiene ningún conocimiento del desarrollo de ningún estudio exhaustivo que analice el papel de la melatonina en la inmunidad antiviral de los murciélagos, sí que puede haber indicios de que pueda desempeñar un papel importante. Hay varios estudios que demuestran que la concentración de melatonina durante la noche en estos es mayor que en los humanos (entre 60 y 500 pg/ml, mientras que en humanos oscila entre 11 y 83 pg/ml) (10). Este nivel más alto podría tener una contribución extremadamente significativa en el mantenimiento de la fisiología de los murciélagos, y específicamente en sus mecanismos de resistencia antiviral, con lo que se limitaría la posibilidad de una zoonosis en humanos.
Conclusión
Como vemos la melatonina se puede convertir en una herramienta muy útil para luchar y tratar con la actual pandemia provocada por el COVID-19. Se trata de un producto barato, con una producción escalable, y sin efectos secundarios severos. Su administración en combinación con otros fármacos no solo mejoraría el estado de los pacientes infectados, sino que reduciría los posibles efectos secundarios que se derivarían de los mismos.
Se necesitan todavía un mayor número de ensayos clínicos que permitan dilucidar la eficacia de esta molécula universal universal en la prevención y el manejo clínico de los pacientes afectados por la COVID-19, pero su uso podría servir como una herramienta útil para mitigar brotes pandémicos mundiales.
BIBLIOGRAFÍA
- Can melatonin reduce the severity of COVID-19 pandemic?. Alex Schneider, Aleksandr Kudriavtsev, Anna Vakhuresheva. 2020
- La melatonina, guardián del cerebro frente al coronavirus. Alejandro Romero Martinez. Francisco López-Muñoz. 2020
- Daily nighttime melatonin reduces blood pressure in male patients with essential hypertension. Hypertension. Scheer FA, Montfrans GAV, Someren EJV, et al. 2004
- New perspectives on the role of melatonin in human sleep, circadian rhythms and their regulation. Zisapel N. 2018
- Potential utility of melatonin in deadly infectious diseases related to the overreaction of innate immune response and destructive inflammation: focus on COVID-19. Dunxian X Tan, Ruegiger Hardeland. 2020
- Enhancing versus suppressive effects of stress on immune function: Implications for immunoprotection and immunopathology. Dhabhar FS. 2009
- Sick and tired: does sleep have a vital role in the immune system?. Bryant PA, Trinder J, Curtis N. 2004
- The modulatory role of melatonin on immune responsiveness. Carrillo-Vico A, Reiter RJ, Lardone PJ, et al. 2006
- Estimating the life course of influenza A(H3N2) antibody responses from cross-sectional data. Adam J Kucharski , Justin Lessler , Jonathan M Read et al. 2015
- Melatonin rhythms and pineal structure in a tropical bat, Anoura geoffroyi, that does not use photoperiod to regulate seasonal reproduction. Heideman RD, Bhatnagar KR, Hilton F, et al. 1996