La unidad fundamental de la nueva economía no es la empresa, sino el individuo. Las tareas no las asigna y controla una cadena estable de dirección, sino que las llevan a cabo de manera autónoma contratistas independientes. Estos profesionales electrónicamente conectados se agrupan en redes fluidas y temporales para producir y vender bienes y servicios. Cuando finaliza el trabajo, la red se desmantela y sus miembros vuelven a ser agentes independientes que circulan por la economía en busca del siguiente encargo.
Thomas Marlone y Robert Laubacher,
The dawn of the e-lance economy
Harvard Business Review