Madrid, Cataluña y Baleares lideran la implantación del internet de las cosas en España. Las tres comunidades aglutinan el 46% de los dispositivos conectados, según el primer mapa del IoT en España elaborado por el operador francés Sigfox, proveedor mundial de conectividad para el llamado internet de las cosas (IoT).
Para hacer el estudio, la multinacional ha analizado los más de 4,2 millones de objetos conectados que tiene en España, que suponen el 23% de todos los que tiene Sigfox a nivel mundial (18 millones). La compañía asegura que su red, que conecta objetos y ayuda a las empresas a utilizar y obtener valor de los datos de sus activos físicos, cubre actualmente el 75% de territorio español y el 93% de la población.
Según explica Rebecca Crowe, responsable de Sigfox en España, el mapa muestra que Madrid acapara el 19,3% de todos los dispositivos, Barcelona el 15% y las Islas Baleares, el 12%. Le siguen la Comunidad Valenciana, con un 10,7% y Andalucía con un 9,5%.
El análisis refleja una gran desigualdad en la implantación del IoT en el país, pues las primeras cinco comunidades aglutinan 2 de cada 3 dispositivos conectados (el 66%). Les siguen Canarias, con el 5%, País Vasco y Castilla y León, ambas con más de un 4%. En contraposición, Extremadura, Cantabria y la Rioja son que menor cuota de implantación de dispositivos IoT tienen. Ninguna supera el 1% sobre el total.
En este contexto, resalta Crowe, “destacan los esfuerzos que están llevando a cabo algunas de las comunidades a las que más afecta la despoblación y el fenómeno de la España vacía, como es el caso de Castilla y León, que aglutina casi un 5%, principalmente en el sector de la agricultura, pero no únicamente. Por ejemplo, en la provincia de León, el mayor uso está destinado al sector de las utilities”.
Según el mapa de Sigfox, los sectores más maduros en número de objetos conectados son la agricultura y las utilities, con el 27,2% y 25,8% del total, y la gestión de instalaciones, con el 20%. Otras actividades que también sobresalen son la automoción (13,2%) y retail (8,5%). Crowe resalta igualmente cómo Baleares ha tomado posiciones en el IoT gracias en gran parte al sector HORECA. “Allí se han puesto en marcha muchos proyectos con sensores contra el Covid-19 en hoteles y restaurantes”.
La directiva subraya que otro área de trabajo muy importante es el tracking de activos: coches, en el caso de Seat y BMW (dos clientes de Sigfox en España), envíos postales (en el servicio que dan a DHL en toda Europa) o ganado, en el caso de Digitanimal. Entre sus clientes también están Stechome (para monitorización energética de viviendas en el País Vasco), el Ayuntamiento de Madrid, que ha sensorizado edificios para monitorizar el CO2, y la empresa catalana Systam, que ha sensorizado neveras para controlar la temperatura de las vacunas contra el Covid para el Institut Català de la Salut.
Crowe apunta que el mapa que han elaborado muestra “la madurez del mercado IoT en España, donde los planes de recuperación europeos han puesto el foco en la necesidad de avanzar en la digitalización de los territorios y mejorar nuestra conectividad y capacidades a través de la tecnología”.