Madrid calle 30 paga anualmente por el mantenimiento de un sistema de regulación de los semáforos y de sensores termovelocimétricos y ópticos que no existen. El pago del mantenimiento podría estar duplicado porque ya se recogió su coste en el contrato inicial de la sociedad con el socio privado. La sociedad paga también cantidades desorbitadas por controles que se ejecutan automáticamente o que se realizan desde otras áreas del Ayuntamiento.
La empresa mixta Madrid Calle 30 paga anualmente a EMESA S.A. (empresa participada mayoritariamente por Dragados y Ferrovial) por el mantenimiento de un sistema semafórico y por unos sensores termovelocimétricos y ópticos que no existen. El coste anual del sistema regulador de semáforos alcanza los 1.518 euros, mientras que el de los sensores es de 7.300 euros. Además, todo apunta a que estos pagos están duplicados porque dichos costes ya se incluyeron en el contrato inicial con EMESA en 2005 y, a pesar de ello, se volvieron a incluir en el modificado del contrato de 2007.
La sociedad también paga cada año al socio privado por encargarse de varios controles que se ejecutan de forma automática o por otras áreas del Ayuntamiento, como la verificación de la comunicación desde el centro de control de los sistemas de captación de tráfico, la comprobación del funcionamiento y correcta comunicación con los sistemas de paneles de mensaje variable, y la verificación de la comunicación de los sistemas ERUS y ETDS. Estos controles se ejecutan de forma automática por el software del Sistema Inteligente de Tráfico o por el Área de Movilidad del Ayuntamiento y, a pesar de ello, Madrid Calle 30 le paga a EMESA por estos servicios 297.519 euros al año.
Casi 11 veces más caro
La factura es extraordinariamente elevada, especialmente en el caso de la verificación de la comunicación de ERUS y ETDS, puesto que se puede apreciar en el anexo III del modificado del contrato que hay un error en el cálculo del coste: en vez de multiplicar el precio unitario por 7 unidades, se multiplica por 74. Este error conllevó que el coste de la partida fuese de 191.281 euros en vez de 18.094 euros, casi 11 veces más caro.
Por todas estas partidas de gasto Madrid Calle 30, empresa mixta cuya única fuente de ingresos es el Ayuntamiento, ha pagado hasta la fecha 3.328.014,66 euros. Si el contrato se mantiene hasta su finalización en 2040 tal y como está inicialmente estipulado, el coste total de estas partidas superará los 13 millones de euros.
Infracción del contrato
En la actualidad se estudia por qué se reflejan los citados costes de mantenimiento de infraestructuras que no existen y por partida doble, así como por qué el coste de los controles es tan elevado a pesar de ser ejecutados de forma automática por sistemas de software inteligente.
No es la primera vez que sale a la luz una infracción del contrato firmado. El pasado 9 de mayo Madrid Calle 30 procedió a la incoación de dos expedientes relativos al cumplimiento de condiciones contractuales. Uno de los expedientes se refiere al servicio de telecontrol de alumbrado, por el que el Ayuntamiento ha desembolsado cerca de dos millones y medio de euros, y el otro a la formación impartida al personal de la sociedad mixta.
Además, el pasado 24 de mayo se hizo público que el mantenimiento de una red de estaciones meteorológicas de Madrid Calle 30 ha costado más de un millón y medio de euros a pesar de que la misma no existe.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid.