La segunda edición del Festival Internacional LuzMadrid se celebró la semana pasada llenando de arte y de luz la capital. Sorprendentes piezas de luz, sonidos envolventes y en ocasiones evocadores y poéticos mensajes han hecho partícipe al espectador que visitaba Madrid el pasado fin de semana.
La edición 2023 de LuzMadrid ha contado con la presencia de una veintena de instalaciones artísticas lumínicas distribuidas en cuatro grandes zonas de la ciudad: Paisaje de la Luz, plaza de España, Matadero Madrid y Madrid Río y Carabanchel.
Lámparas gigantes, la simulación de un huracán, aros rodeando árboles, luz y sonido sobre el agua, piedra reflejada en los espectadores; han sorprendido por su originalidad y calidad artística a madrileños y visitantes.
Algunas de las obras lumínicas presentadas
Detener el tiempo fue la propuesta del Premio Nacional de Teatro Juan Gómez-Cornejo para el parque de El Retiro: una obra especialmente diseñada para el estanque y monumento a Alfonso XII. El autor, de la mano de Illusion Stage, utiliza la fusión de música y luz en una creación que dialoga con el espacio, haciendo partícipe en todo momento al espectador.
También en el parque del Retiro, Xevi Bayona y Alex Posada crearon con Aura, una experiencia inmersiva a partir de 16 anillos de luz instalados en árboles que iluminan el entorno y generan sombras que evolucionan lentamente con el paso del tiempo. En la instalación, concebida para el Jardín de Los Planteles de El Retiro, la luz vibra y se mueve al ritmo del sonido, creando atmósferas oníricas que contrastan con el paisaje natural del bosque.
En la plaza de España el artista francés Nicolas Paolozzi plantea Kontakt Extended, una arquitectura en vivo que combina sonido, luz y movimiento. Se trata de un proyecto interactivo que sumerge al púbico en una marea cambiante de atmósferas. Incluso sin intervención externa, Kontakt Extended siempre esta evolucionando, revelando sus múltiples caras, una tras otra, de modo que cada estado de ánimo sumerge al espectador en un universo específico.
Mayrit. Agua, piedra, fuego y carne, de Ezequiel Nobilit, tiene como objetivo revalorizar y transmitir el significado de los restos arqueológicos que conservamos de la primera muralla de Madrid y que podrá ser disfrutada por todas las personas, en especial aquellas con necesidades de accesibilidad visuales o auditivas.
A través de un sistema de micrófonos y cámaras de circuito cerrado, se proyectó la imagen de los visitantes sobre la muralla y, a la vez, la piedra sobre ellos. Un entramado de vibraciones sonoras, olfativas, táctiles y visuales se transmiten por todo el espacio. La instalación constó, entre otras medidas de accesibilidad, con mochilas vibratorias, audioguía explicativa y paseos escénicos dirigidos a personas con discapacidad visual e intelectual.
En el invernadero de Arganzuela, Xavier Bové presentó LUNAR OSCILLATIONS, una intervención lumínica y sonora contemplativa sobre la percepción en un entorno variable. Basada en la influencia que ejerce la luna sobre los mares, océanos y seres vivos, Bové explora las sensaciones que el individuo experimenta mediante la transformación del espacio con un juego de luces y sombras en movimiento convirtiendo el lugar en un firmamento hipnótico, invitando al visitante a sumergirse en un espacio vivo.
Bajo el Puente de Praga, el público pudo encontrar a Hipóstila, un ensayo de imagen y sonido basado en la reiteración espacial de haces cenitales trazados sobre niebla, inspirado en el monumentalismo de los templos egipcios. La obra fue creada por María de la Cámara y Gabriel Paré forman Cube.bz, artistas con formación en artes visuales, teatro y arquitectura.
En colaboración con Julieta de Haro, Rosa Muñoz traslado su trabajo al jardín vertical de CaixaForum Madrid para recrear un escenario que trae a la memoria hermosas vidrieras florales con reminiscencias góticas. “Floresta de cristal” es una reflexión sobre la naturaleza como inspiración y modelo para la arquitectura.
En el puente de Toledo se pudo ver Lampounette: una instalación artística inspirada en la conocida lámpara de mesa que tradicionalmente usan los arquitectos y que forma parte del patrimonio colectivo del diseño. La compañía francesa Tilt es la encargada de la instalación, proponiendo al visitante una inmersión en un universo poético e imaginario donde un objeto cotidiano adquiere un tamaño gigante y nos ofrece la inmensa versatilidad del diseño para otras visiones urbanas.
Imágenes: Ayuntamiento de Madrid