Reducir la exposición a la luz antes de dormir podría ser una manera fácil de disminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional en mujeres embarazadas, de acuerdo con un nuevo estudio de la Universidad Northwestern en Estados Unidos.
La investigación, que ha sido publicada en la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology Maternal Fetal Medicine, sugiere que la exposición a la luz en las tres horas previas al inicio del sueño es un factor de riesgo de la diabetes gestacional que muchas veces se pasa por alto.
El estudio analizó la exposición a la luz en mujeres embarazadas que desarrollaron diabetes gestacional y en aquellas que no la desarrollaron. Los resultados mostraron que las mujeres que desarrollaron diabetes gestacional tenían mayor exposición a la luz en las tres horas previas al inicio del sueño, pero no en otras horas del día ni en el momento de dormir.
“Nuestro estudio sugiere que la exposición a la luz antes de acostarse puede ser un factor de riesgo poco reconocido, aunque fácilmente modificable, de la diabetes gestacional”, explica el autor principal del estudio, el Dr. Minjee Kim, profesor asistente de neurología en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern y neurólogo de Northwestern Medicine.
Diabetes gestacional e iluminación
La diabetes gestacional es un problema de salud importante en todo el mundo. En Estados Unidos, aproximadamente el 4,5% de las mujeres embarazadas que tuvieron su primer hijo entre 2011 y 2013 desarrollaron diabetes gestacional, y esta cifra ha aumentado en un promedio del 3,4% cada tres años hasta el 2019. En 2020, la tasa de diabetes gestacional fue del 7,8% de todos los nacimientos en Estados Unidos.
“Es realmente alarmante. Se sabe que la diabetes gestacional aumenta las complicaciones obstétricas y el riesgo de diabetes, cardiopatías y demencia de la madre. La descendencia también tiene más probabilidades de padecer obesidad e hipertensión al crecer”, detalla Kim.
Los datos vendrían a mostrar que “las mujeres que padecen diabetes gestacional tienen casi 10 veces más probabilidades de desarrollar diabetes mellitus de tipo 2 en comparación con las que no tienen problemas de glucosa durante el embarazo”, según los investigadores.
Asimismo, la exposición a la luz antes de dormir puede afectar al metabolismo de la glucosa a través de la hiperactividad simpática, lo que significa que la frecuencia cardiaca aumenta antes de acostarse cuando debería disminuir.
Los datos parecen mostrar que la hiperactividad simpática puede conducir a enfermedades cardiometabólicas, que son un conjunto de trastornos como la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina, el aumento de la presión arterial y el desequilibrio de los lípidos, todos los cuales conducen a enfermedades cardiovasculares.
Es por ello que los investigadores se propusieron investigar la relación directa entre la exposición a la luz durante los momentos previos a acostarse y el desarrollo de diabetes gestacional en mujeres embarazadas.
Investigando los riesgos de la exposición a la luz nocturna
En el estudio, realizado a 741 mujeres en su segundo trimestre de embarazo, se llevó a cabo en ocho centros clínicos estadounidenses entre 2011 y 2013. La exposición a la luz de las participantes se midió mediante un actígrafo que llevaban en la muñeca. Se midió a las mujeres durante el segundo trimestre de embarazo, el momento en el que se someten al cribado rutinario de la diabetes gestacional.
Basándose en recomendaciones recientes sobre la exposición máxima a la luz por la noche, los investigadores definieron la variable de exposición primaria como los minutos de exposición a la luz ≥10 lux (luz tenue) durante las tres horas anteriores al inicio del sueño («luz previa al sueño»), promediada en todos los días válidos de registro (es decir, ≥20 horas de tiempo de uso en 24 horas; mínimo 5, máximo 7 días) y categorizada en grupos de terciles (es decir, «tenue», «moderada» y «brillante»).
En concreto, la luz previa al sueño se definió como los minutos pasados a 10 lux o más ( es decir, luz tenue) durante las 3 horas previas al intervalo de sueño principal, promediados en todos los días válidos de registro. En función de los terciles se clasificó a las mujeres en los grupos de luz tenue, moderada o intensa. Es decir, el grupo de luz tenue pasó el menor tiempo (mediana de 24 minutos, IQR 33-69) en o por encima de 10 lux en las 3 horas previas al sueño y el grupo de luz intensa pasó el mayor tiempo (mediana de 79 minutos, IQR 69-89) en o por encima de 10 lux en las 3 horas previas al sueño.
Asimismo, las covariables elegidas a priori incluyeron la edad materna, el índice de masa corporal (IMC) al inicio del embarazo, la raza/etnia materna y el momento y la duración del sueño, según los factores de riesgo establecidos de diabetes gestacional, y la estación del año. Además, se eligieron covariables adicionales en función de su asociación con la luz previa al sueño o la diabetes gestacional.
Los resultados mostraron como una mayor exposición a la luz antes de dormir se asoció con un mayor riesgo de diabetes gestacional. Tras ajustar por separado la edad, el IMC, la raza/etnia, la educación, el horario laboral, la estación del año, la duración y regularidad del sueño y la exposición a la luz durante el día, la exposición a la luz antes de dormir siguió estando significativamente asociada con la diabetes gestacional.
“Las mujeres que desarrollaron diabetes gestacional tuvieron una mayor exposición a la luz en las tres horas previas al inicio del sueño, pero no difirieron en su exposición a la luz durante el día o el sueño ni en sus niveles de actividad en comparación con las que no la desarrollaron”, detallan los investigadores.
El estudio sugiere, por tanto, que una mayor exposición a la luz antes de dormir durante el segundo trimestre de embarazo se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional. Esta asociación no se explicaría por el momento o por la duración del sueño.
Estos hallazgos concuerdan con estudios previos realizados en adultos no embarazadas, en los que la exposición a la luz vespertina antes de dormir alteró de forma aguda el metabolismo energético y la sensibilidad a la insulina. Sin embargo, hay que señalar que este estudio tiene también importantes limitaciones, incluida la luz medida en la muñeca, que puede no reflejar la exposición a la luz en el ojo y podría haberse visto afectada por la ropa, y una única evaluación de la luz que puede no representar la exposición habitual a la luz durante todo el embarazo.
Reducir la exposición a la luz nocturna, como limitar los dispositivos emisores de luz, es un comportamiento modificable. El trabajo futuro examinará si la reducción de la luz antes de dormir mejora los resultados de salud materna y de la descendencia.
“Este estudio subraya la importancia de reducir la exposición a la luz en las horas previas a acostarse. En trabajos futuros se examinará si la reducción de la luz antes de dormir mejora los resultados de salud materna y de la descendencia.”, concluye la también autora principal del estudio, Kathryn Reid, profesora investigadora de neurología en Feinberg. Otros autores de Northwestern son la Dra. Phyllis Zee, Rosemary Braun, Blas García-Canga y Michael Wolf.
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