Si hace unas semanas publicabamos como una nueva y prometedora técnica a base de luz ultravioleta era capaz de eliminar los patógenos más frecuentes en el mango, ahora una nueva investigación a evaluado los efectos de la luz azul sobre el aspecto y la calidad interna de esta sabrosa fruta.
Las plantas dependen de la luz solar para realizar la fotosíntesis y madurar sus frutos. Asimismo, tal como ha demostrado la investigación reciente, la posición a la luz puede afectar al aspecto de la piel de algunas frutas y aumentar la cantidad de azúcar y pigmentos en frutas como los tomates, que contienen clorofila en toda su pulpa.
Sin embargo, otras frutas como el mango solo contienen este pigmento en sus gruesas cáscaras, lo que podría cambiar la forma en que la luz afecta a la pulpa. Además, la luz solar se compone de muchos espectros luminosos, por lo que distintas longitudes de onda podrían tener efectos diferentes.
Los resultados de una reciente investigación, publicada en el Journal of Agricultural and Food Chemistry de la Sociedad Americana de Química (ACS), muestra cómo los mangos pueden volverse más rojos, dulces y maduros si se exponen a la luz azul durante varios días.
Para comprender este fenómeno, los investigadores colocaron un grupo de mangos en luz azul y otro grupo en la oscuridad durante nueve días. Comprobaron que los mangos expuestos a la luz azul contenían muchas más antocianinas en la cáscara, lo que los hacía más rojos que los dejados en la oscuridad. La pulpa de estos mangos también era más blanda, dulce y amarilla, y contenía más sacarosa y carotenoides que la del otro grupo.
En otras pruebas, el equipo descubrió que los genes fotosensibles implicados en la fotosíntesis, así como los genes clave en la producción de sacarosa, antocianina y carotenoides, aumentaban bajo la luz azul. Esto significaba que los mangos podían percibir directamente esta luz y desencadenar una vía de señalización genética interna.
El efecto fue más pronunciado en la cáscara que en la pulpa, lo que indica que la luz azul no penetró mucho más allá de la piel. Los investigadores afirman que este trabajo podría ayudar a arrojar luz sobre la compleja relación que existe entre la luz coloreada y la calidad interna de la fruta.
“Los genes clave relacionados con la señalización de la luz azul (MiCRY y MiHY5) y las fitohormonas activadas por la luz azul están implicados en las vías de biosíntesis de antocianinas, carotenoides y sacarosa reguladas por la luz azul. Estos resultados proporcionan nuevos conocimientos sobre los efectos reguladores de la luz en el aspecto y la calidad interna de la fruta del mango”, concluyen los investigadores.
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