Una terapia de luz basada en exposiciones con la luz azul por la mañana puede ayudar al proceso de curación de una lesión cerebral traumática leve. Ese es el resultado que se ha encontrado una reciente investigación de la Universidad de Arizona.
“La exposición diaria a la luz azul por la mañana ayuda a reorientar el ritmo circadiano haciendo que la gente duerma mejor y de forma regular. Esto es probablemente cierto para todo el mundo, pero recientemente lo hemos demostrado en personas que se recuperan de una lesión cerebral traumática leve. Esa mejora en el sueño se tradujo en mejores funciones cognitivas, en la reducción de la somnolencia diurna y en la reparación real del cerebro” explica William D. «Scott» Killgore, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Tucson y autor principal del nuevo estudio publicado en la revista Neurobiology of Disease.
Las lesiones cerebrales traumáticas leves, o conmociones cerebrales, suelen ser el resultado de caídas, peleas, accidentes automovilísticos y participación en actividades deportivas. Entre otras amenazas, el personal militar también pueden experimentar estas lesiones por exposición a explosiones.
“Tu cerebro tiene la consistencia de una gelatina densa”, explica Killgore. “Imagina un tazón de gelatina siendo golpeado por un puñetazo. ¿Qué está haciendo?. Está absorbiendo ese golpe y rebotando. Durante ese impacto, las microscópicas células cerebrales, que son más finas que un cabello, pueden estirarse y desgarrarse fácilmente”.
El resultado inicial de una conmoción cerebral es la desorientación o incluso perder el conocimiento; sin embargo, la pérdida de conocimiento no siempre ocurre y muchas personas son capaces de caminar sin darse cuenta de que tienen una lesión cerebral leve. Los dolores de cabeza, los problemas de atención y la confusión mental son comunes después de las lesiones en la cabeza y pueden persistir durante semanas o meses para algunas personas.
Al existir pocos tratamientos efectivos, el ejército de los EE.UU ha financiado esta investigación para encontrar alternativas a los métodos actuales.
Tratamientos con luz azul para curar conmociones cerebrales
“Alrededor del 50% de las personas con este problema también se quejan de que tienen problemas para conciliar el sueño después de una lesión”, explica Killgore.
Investigaciones recientes han demostrado cómo el cerebro se repara a sí mismo durante el sueño, es por ello que con este estudio se busca determinar si la mejora del sueño lleva a una recuperación más rápida.
En un ensayo clínico, adultos con lesiones cerebrales traumáticas leves utilizaron un dispositivo similar a un cubo que emitía una luz azul brillante ( con una longitud de onda de 469nm) a los pacientes desde un escritorio o mesa, durante 30 minutos a primera hora de la mañana durante seis semanas. Otro grupo de control, fue expuesto a una luz ámbar brillante.
«La luz azul suprime la producción cerebral de una sustancia química llamada melatonina No quieres melatonina por la mañana porque te da sueño y prepara al cerebro para dormir. Cuando te expones a la luz azul por la mañana, cambia el reloj biológico de tu cerebro para que por la noche, la melatonina haga efecto más temprano y te ayude a dormirte y a permanecer dormido», señala Killgore.
Como resultado del tratamiento con luz azul, los participantes se durmieron y se despertaron en promedio una hora antes que antes del ensayo y tuvieron menos sueño durante el día. Los participantes mejoraron su velocidad y eficiencia en el procesamiento cerebral y mostraron un aumento de volumen en el núcleo pulvinar, un área del cerebro responsable de la atención visual. También se fortalecieron las conexiones neuronales y el flujo de comunicación entre el núcleo pulvinar y otras partes del cerebro que impulsan la atención y la cognición.
«Pensamos que estamos facilitando la curación del cerebro promoviendo un mejor sueño y una alineación circadiana, y a medida que estos sistemas se curan, estas áreas cerebrales se comunican entre sí de manera más efectiva. Eso podría ser lo que se está traduciendo en mejoras en la cognición y menos somnolencia diurna», dijo Killgore.
La luz azul de las computadoras, los teléfonos inteligentes y las pantallas de televisión a menudo le da una mala reputación a la luz azul. Pero según Killgore, «cuando se trata de la luz, el tiempo es crítico. La luz no es necesariamente buena o mala en sí misma. Al igual que la cafeína, todo se reduce a cuando la usas. Puede ser terrible para tu sueño si consumes café a las 10 de la noche, pero puede ser genial para tu estado de alerta si lo tomas por la mañana».
Él y su equipo planean continuar su investigación para ver si la luz azul mejora la calidad del sueño y cómo la terapia de luz podría afectar a los trastornos emocionales y psiquiátricos.