Científicos de la Universidad de Cincinnati están desarrollando una investigación para estudiar cómo la luz ultravioleta puede activar medicamentos sensibles a la luz que sirvan para tratar el cáncer de mama.
Actualmente existen múltiples tratamientos efectivos para lucha contra el cáncer de mama en sus estados primarios. Sin embargo, con el cáncer de mama metastásico, el pronóstico puede ser desalentador y con pobres resultados para los pacientes.
“El cáncer de mama metastásico puede ser un diagnóstico devastador con altas tasas de recaída y muerte, y actualmente no hay terapias efectivas” comenta Nalinikanth Kotagiri, profesor asistente en Colegio de Farmacia James L. Winkle y empleado del Cincinnati Cancer Center, que está desarrollando la investigación. “Las principales limitaciones incluyen la resistencia adquirida a las terapias y los graves efectos secundarios de los tratamientos. Por todo ello es necesario el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas que destruyan de forma selectiva las células tumorales, aumenten la eficacia del tratamiento, prevengan las recaídas y reduzcan los efectos secundarios al preservar las células madres sanas”.
Kotagiri ha sido premiado recientemente por el Departamento en Defensa del Cáncer de Mama, con más de 600.000 euros para el desarrollo de terapias basadas en la luz, que podrían activar medicamentos sensibles a la luz para atacar solo las células cancerosas.
“Los tratamientos como las terapias fotodinámicas, que involucran la luz y una sustancia química fotosensibilizante, la cual usada en conjunto con oxígeno molecular puede causar la muerte de la célula, pueden ofrecer un alto grado de control para su uso de forma efectiva en el tratamiento del cáncer en etapas tempranas y avanzadas. El proceso funciona según un principio simple donde un medicamento o sustancia sensible a la luz, que de otra manera no es tóxica, introducida en ciertos tejidos puede causar la muerte celular cuando es actividad por la luz. A pesar de las promesas de estas terapias fotodinámicas, no pueden penetrar el tejido de forma profunda, por lo que su uso es limitado. Además, los medicamentos actuales sensibles a la luz requieren oxígeno para ser efectivos, pero muchos tumores crecen en regiones de bajo oxígeno o incluso ausente, lo que hace que el tratamiento no sea efectivo “explica Kotagiri
Para hacer frente a estos problemas el equipo de Kotagoría está realizando la investigación en el laboratorio con un “enfoque doble”.
“Hemos estado utilizando la luz ultravioleta (UV) de los radionucleidos (nucleido o átomo radiactivo), que ya se utilizan para obtener imágenes de tumores y tejidos, y hemos intentando resolver la dependencia del oxígeno mediante el uso de fármacos sensibles a la luz de base metálica no dependientes del oxígeno. Al reemplazar la fuente de luz externa, como láseres y lámparas, por la luz de los radionucleidos como fuente de luz “interna”, hemos podido controlar mejor la terapia en el cuerpo. Esto podría significar terapias más efectivas con una toxicidad mínima para los órganos y tejidos vitales. Dado que los radionucleidos se utilizan para obtener imágenes y localizar tumores, ahora podemos visualizar y tratar simultáneamente la metástasis del cáncer de mama utilizando el mismo radionucleido»
Usando modelos a partir de animales, los investigadores en el laboratorio de Kotagiri probarán si la activación con la luz procedente de los radionucleidos dirigida a los tumores y los fármacos sensibles a la luz es capaz de destruir las células cancerosas con metástasis, incluidas aquellas que son resistentes a las terapias tradicionales.
«Dado que la forma en que estamos destruyendo las células no depende de una determinada vía molecular, la tecnología podría ser aplicable para tratar una amplia variedad de cánceres de mama. Además debido a la seguridad de esta estrategia de tratamiento, podría usarse de manera efectiva junto con otros tratamientos, como la quimioterapia y la inmunoterapia, sin el riesgo de efectos secundarios adicionales. Esto podría beneficiar enormemente a los pacientes, ya que podría mejorar los resultados terapéuticos además de establecer un precedente para adaptar otros medicamentos sensibles a la luz aprobados por la FDA”, concluye Kotagiri.