¿Te has preguntado alguna vez de qué manera afecta la luz a los astronautas? La luz es un regulador de la actividad humana implícito en nuestros propios genes. Se trata de un estimulante natural que tiene efectos en nuestro sueño y en nuestro ritmo cardíaco.
Los miembros de la tripulación Espacial Internacional (ISS) pueden experimentar salidas y puestas de sol unas 16 veces por día, porque la estación espacial rodea la Tierra cada 90 minutos. La mayoría de las personas funcionan regularmente en un ciclo de 24 horas conocido como ritmo circadiano.
La gran carga de trabajo, la necesidad de trabajar en «turnos nocturnos», la emoción de los vuelos espaciales, además del entorno inusual pueden interrumpir los relojes circadianos de los astronautas, afectando al sueño y al rendimiento.
Estar despierto cuando deberían estar durmiendo en realidad es uno de los grandes retos de los miembros de la tripulación de la ISS. Los estudios de los astronautas que volaron entre 2001 a 2011 en el transbordador espacial y de 2006 a 2011 en la estación mostraron que los astronautas dormían mucho menos en el espacio de lo que dormían en la Tierra. Casi tres de cada cuatro confesaron usar pastillas para dormir durante sus misiones.
La NASA está buscando una mejor manera de resolver este problema y cree haber dado con la solución. El secreto, tal y como comenta en su página web, radica en la propia luz.
Se sabe que la luz enriquecida azul que emiten nuestros ordenadores portátiles nos puede mantener despiertos durante la noche. La NASA está realizando un nuevo estudio en el que investiga precisamente esta cuestión.
Un nuevo estudio de la NASA investigará cómo utilizar eso para beneficio de la humanidad, y no sólo en la ISS.
Estudio de los efectos de la iluminación
Este estudio de la luz -conocido como Estudio de los efectos de la iluminación- coincide con un cambio en la iluminación de la estación espacial. Las luces fluorescentes de la estación están siendo reemplazados por un nuevo sistema de diodos de estado sólido emisores de luz (LEDs).
Los LED no sólo son energéticamente más eficientes y más seguros, sino que además pueden que contribuir a una mejor aclimatación de los astronautas.
Steven Lockley, del Brigham and Women’s Hospital y George Brainard, de la Universidad Thomas Jefferson, son dos de los investigadores que están desarrollando este estudio encargado por la NASA.
«La luz tiene una serie de efectos sobre el sueño y los ritmos circadianos. Es un estimulante natural y es capaz de mejorar el estado de alerta y el rendimiento, y también ayudar a restablecer el reloj de 24 horas cuando se pone fuera de sincronización” comenta Lockley.
Los investigadores han descubierto que “el ojo humano contiene una proteína sensible a la luz llamada melanopsina, que detecta la luz en el ojo y media estos efectos. La Melanopsina es más sensible a la luz azul de onda corta y por lo tanto aumentando o disminuyendo la proporción de estas longitudes de onda azules en luz blanca, podemos aumentar la alerta, o favorecer el sueño, respectivamente”.
En base a ello “la NASA ha desarrollado un sistema de iluminación multi-LED para aprovechar estos efectos de luz capaz de proporcionar millones de diferentes espectros de luz”.
“No estamos convirtiendo la ISS en una discoteca, sino que vamos a utilizar tres ajustes de luz diferentes. Utilizaremos un ajuste de luz general que proporcione una buena luz para ver durante el trabajo normal, un ajuste enriquecido con luz azul de mayor intensidad que eleva el estado de alerta y puede cambiar mejor el reloj circadiano cuando sea necesario, y una intensidad azul de baja intensidad agotada ‘Pre-sueño’ para calmar el cerebro y promover el sueño. Estudiaremos el impacto de estas luces en futuras misiones», ha matizado Steven Lockley.
Grandes avances
Se espera que los resultados de este estudio ayuden a definir pautas para los protocolos de iluminación durante futuras misiones espaciales. Los resultados de los estudios deben aclarar exactamente cuándo y cómo utilizar estos diversos ajustes de intensidad de luz y espectro.
Estos resultados también podrían conducir a beneficios basados en la Tierra, como ayudar a controlar los patrones de sueño para los trabajadores por turnos, o incluso desarrollar tratamientos para trastornos del sueño o jet lag.