Los consumidores jóvenes muestran más interés por la tecnología LED y la iluminación inteligente, y dan más valor al diseño de lámparas y luminarias que los consumidores mayores, que dan más importancia al precio y la sostenibilidad de los productos. Estas son algunas de las conclusiones extraídas del Estudio Internacional del Consumidor 2018, realizado por LEDVANCE en colaboración con Research Now en nueve países.
Otra de las conclusiones que revela el estudio hace referencia al desconocimiento de los consumidores sobre el sector de la iluminación ya que solo el 50% de los encuestados responde de forma correcta a qué es un kelvin o un lumen, unidades de medida de la temperatura del color o de la cantidad de luz total, respectivamente. En cambio, el concepto de vatios, que alude al consumo de energía, sí que es más conocido al tener un 80% de respuestas positivas.
Algo diferente sucede con las distintas tecnologías de luz. Tres de cada cuatro afirman conocer la diferencia entre las principales, como las halógenas, las fluorescentes, las incandescentes, las LED y las LED inteligentes, así como sus ventajas y sus inconvenientes. Un 66% reconoce que sigue comprando productos con una tecnología más convencional, aunque la tecnología tiene cada vez mayor demanda.
Precio, eficiencia energética y durabilidad, los criterios más valorados
Al comprar lámparas y luminarias, los criterios más importantes son los mismos para los consumidores de todos los países: precio, eficiencia energética y durabilidad.
Por edades, los jóvenes se centran más en el diseño, mientras que los consumidores de más edad otorgan mayor importancia a los aspectos de precio y sostenibilidad. Por nivel económico, los grupos de ingresos medios y bajos se centran en el precio, la eficiencia y la durabilidad, mientras que los grupos de ingresos altos conceden más importancia a los aspectos estéticos y la eficiencia.
Los efectos biológicos de la luz, aún desconocidos
Otra de las principales conclusiones del estudio es el gran desconocimiento que existe sobre los efectos biológicos de la luz artificial en el comportamiento humano. De hecho, cerca del 70% de los encuestados indica que desconoce esta relación o no cree que la haya. Un dato que contrasta con la expectación que, sin embargo, sí que muestran los encuestados. Dos de cada tres personas ven una ventaja en el uso de la luz artificial para estimular el cuerpo y el espíritu de acuerdo con sus necesidades individuales, y un 60% indica que conocer los efectos biológicos de la luz influiría en su decisión de compra.
El concepto Human Centric Lighting (HCL) se basa en la idea de “la luz adecuada en el momento adecuado”. En este sentido, Alberto Casado, Director de Marketing de LEDVANCE para España y Portugal, hace una firme apuesta por este nuevo concepto que, a su juicio, ofrece luz óptima para ver, luz correcta para el sistema biológico y luz también emocionalmente atractiva. “Según el momento del día y el lugar en el que nos encontremos, se deben adaptar los niveles de iluminación a determinados requisitos, empleando distinta iluminancia y temperaturas de color”, explica Casado.