IESE Business School presenta la séptima edición del índice IESE Cities in Motion, donde evalúa el desarrollo de 174 ciudades en todo el mundo en su camino para convertirse en una ciudad inteligente. La presente edificación, marcada por la crisis sanitaria de la COVID-19, sigue poniendo en el podio del ranking a Londres, Nueva York y París, mientras que Madrid y Barcelona, las únicas urbes españolas que aparecen en el ranking, ocupan los puestos 25 y 26.
Globalmente, Europa sigue dominando el ranking, con 27 ciudades entre las 50 más inteligentes del mundo. En este selecto grupo se incluyen también 14 ciudades norteamericanas, 5 asiáticas y 4 de Oceanía. Por detrás, quedan todas las ciudades latinoamericanas. La primera representante es Santiago de Chile (68) –ha avanzado 16 puestos en dos años, sobre todo gracias a sus progresos en cohesión social–, seguida por Buenos Aires (90) y Montevideo (110).
Londres, Nueva York y París, líderes urbanos
Además de encabezar la clasificación global, Londres también lidera los ámbitos de Proyección Internacional (un área en la que dominan las ciudades europeas) y Capital Humano. De hecho, obtiene excelentes resultados en siete de los nueve ámbitos evaluados, con resultados mediocres sólo en Cohesión Social y Medioambiente.
Nueva York es la mejor ciudad en Economía (nueve de las diez primeras posiciones en esta dimensión son para ciudades estadounidenses), Planificación Urbana (seis de las diez primeras están ocupadas por ciudades norteamericanas) y Movilidad y Transporte. Su gran de Aquiles sigue siendo la Cohesión Social, donde se sitúa en los últimos puestos. La mejor ciudad en este último ámbito es Basilea (21 en el ranking general) gracias a una distribución de ingresos bastante equitativa, una baja tasa de desempleo y una reducida tasa de homicidios y criminalidad. En esta dimensión, siete urbes de las diez primeras son europeas, tres de las cuales suizas. Precisamente otra ciudad suiza, en este caso Berna (31), es también la mejor en Gobernanza.
París se caracteriza por la innovación abierta, otorgando a sus habitantes y otros actores el control y el acceso a los flujos de datos de la urbe. A través de la aplicación del IoT, persigue optimizar los flujos de personas y vehícu- los en la ciudad. Además, está trabajando en el proyecto de arquitectura Paris Smart City 2050, en el que se planea construir edificios capaces de generar energías renovables; edificios bioclimáticos y de energía positiva
Se trata de uno de los principales destinos turísticos a nivel mundial, razón por la cual logra el segundo puesto en la dimensión de proyección internacional. En el ranking general, se sitúa en el puesto 3 y destaca también en las dimensiones de movilidad y transporte (2), y capital humano (6).
En Medioambiente, la ciudad mejor posicionada es Reikiavik (5), seguida por Copenhague (6), entre otras razones porque ambas se encuentran en los primeros puestos del índice de desempeño ambiental y presentan bajos índices de polución.
Hong Kong, que cierra el top ten general tras avanzar 17 posiciones en dos años, es la mejor situada en el apartado de tecnología, seguida de Singapur (9) y San Francisco (20).
El caso de Madrid y Barcelona
A pesar de que la evolución del índice entre 2016 y 2020 muestra en líneas generales una gran estabilidad pues Madrid y Barcelona mantienen sus posiciones, destacan algunos avances en áreas concretas.
Para Madrid, destaca un avance en Medioambiente debido a su compromiso este año 2020 con el desarrollo de una ciudad sostenible. Su ayuntamiento presentó el pasado mes de enero un plan de calidad del aire denominado Madrid 360, que pretende dotar a la urbe de un total de 668 autobuses de cero emisiones y cero coste de consumo.
Otro de los frentes que abordará el citado plan es la limitación de los vehículos más contaminantes en toda la urbe, proceso ya iniciado en enero del 2020. Además, el informe destaca la línea de ayudas que el gobierno municipal ha lanzado para que los particulares sustituyan sus actuales vehículos contaminantes por otros con combustibles más limpios. Otra de las iniciativas es peatonalizar la zona más céntrica, impidiendo el paso a todos los vehículos de no residentes.
Para Barcelona, el informe destaca que la Ciudad Condal es la urbe española líder en términos de vehículos eléctricos registrados. Un factor clave en su éxito como ciudad inteligente es la gran importancia que se otorga a la investigación, y al conocimiento y la innovación, lo que la lleva a ocupar el quinto puesto europeo y el 18 mundial en Producción Científica.
El informe también recuerda que fue la ciudad española pionera en la implantación de tecnologías receptivas en sistemas urbanos como el transporte público, el estacionamiento, el alumbrado público y la gestión de residuos y que es uno de los principales centros culturales, económicos y financieros de Europa, además de un importante centro de transporte y logística.
Resiliencia como nuevo paradigma urbano
Este año, los autores del informe han querido interpretar los resultados del índice contextualizándolos en la situación de emergencia sanitaria que vive el planeta, y aportan una serie de recomencaciones y conclusiones:
- Lo primero, las personas. La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que las ciudades sufren si sus ciudadanos padecen aflicciones y que, sin su bienestar, son simplemente estructuras vacías. Por lo tanto, el diseño de aquellas debe poner el foco en la calidad de vida de las personas.
- Identificar qué es lo esencial en tu ciudad. Las ciudades deben trabajar para identificar aquellos aspectos que consideran prioritarios y que precisan recibir el mayor nivel de recursos, tiempo y esfuerzo.
- Nuevas estrategias para un nuevo entorno. La pandemia de la COVID-19 impondrá un nuevo futuro a las ciudades que cambiará las cosas tal y como las hemos conocido. Las urbes deberán redefinir sus estrategias para adaptarse al nuevo escenario incierto.
- Resiliencia como nuevo paradigma. Hasta el momento, el concepto de resiliencia urbana se había reducido a los escenarios de catástrofes naturales. Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha demostrado que la capacidad de las ciudades para superar circunstancias traumáticas formará parte de las reflexiones estratégicas sobre agenda urbana.
- Recuperación a través de la colaboración. La vuelta a la normalidad y el restablecimiento del dinamismo de las ciudades será posible alcanzarlos más rápidamente si todos los actores sociales (sector público, empresas privadas, organizaciones cívicas e instituciones académicas) colaboran con ese objetivo común.
- Vínculo entre territorios. Durante el confinamiento se ha podido palpar la importancia del campo para las urbes: los habitantes urbanos han visto cómo, a pesar de las medidas de distanciamiento social, era posible acceder a todos los productos que el campo ofrece de manera habitual. Esta realidad nos invita a reconsiderar, valorar y afianzar los vínculos entre los territorios rurales y urbanos, si pretendemos crear sistemas más eficientes.