La ciudad de Logroño ha abordado recientemente una renovación parcial del alumbrado exterior en su centro histórico, con la sustitución de cerca de 900 luminarias por equipos LED de 2200 K diseñados específicamente para entornos urbanos patrimoniales.
La actuación adquiere una relevancia particular esta semana, coincidiendo con la celebración en Logroño del LI Simposium Nacional de Alumbrado, organizado por el Comité Español de Iluminación. El evento reunirá a especialistas de todo el país para analizar los principales desafíos de la iluminación pública en relación con la inteligencia artificial, la eficiencia energética y la mejora de la calidad ambiental.

Tecnología LED cálida para el corazón histórico de Logroño
La intervención ha supuesto la renovación de 872 puntos de luz en el casco antiguo de Logroño, incluyendo áreas de alto valor patrimonial como la calle Portales y la plaza del Espolón, referentes culturales e históricos de la ciudad. Más del 90 % de las luminarias instaladas corresponden al modelo Siglo XLA de ATP Iluminación, un diseño de estética fernandina configurado con temperatura de color ultracálida (2200 K) y dotado de difusores ópticos que favorecen el confort visual. La elección responde a la necesidad de integrar técnicamente la nueva iluminación en un entorno urbano protegido, garantizando al mismo tiempo una buena calidad fotométrica y un bajo impacto ambiental.

Las nuevas luminarias trabajan con potencias muy contenidas, entre los 19 y los 35 vatios, ajustadas individualmente para cada ubicación a partir de un estudio lumínico específico. Este enfoque ha permitido optimizar el consumo energético y alcanzar altos niveles de uniformidad (hasta 0,8) con niveles de iluminación mínimos, lo que contribuye a una escena nocturna más equilibrada, sin deslumbramientos ni sobreexposición.
Según Julio César García García, jefe de la Sección de Mantenimiento e Instalaciones Eléctricas del Ayuntamiento de Logroño, los resultados cumplen plenamente los objetivos establecidos desde el inicio del proyecto. Subraya la calidad de la uniformidad obtenida incluso con bajos niveles de iluminación, y destaca la importancia de este equilibrio para lograr eficiencia energética, confort visual y una reducción efectiva del impacto ambiental.

Eficiencia sin sobreiluminación
Una proporción significativa de la contaminación lumínica proviene del flujo luminoso que, tras reflejarse en el pavimento, se dispersa hacia la atmósfera. Este componente puede llegar a representar hasta un 30 % de la luz emitida por una instalación mal optimizada. Ante esta realidad, el planteamiento técnico del proyecto en Logroño no ha consistido en incrementar los niveles de iluminación, sino en lograr una distribución uniforme con la menor potencia posible.
Para alcanzar este objetivo, se han empleado ópticas diseñadas a medida y luminarias con tecnología avanzada que permiten controlar con precisión la dispersión de la luz sin necesidad de sobredimensionar los equipos. Esta estrategia ha dado lugar a un sistema de alumbrado eficiente, que optimiza el rendimiento energético y evita consumos innecesarios. Según las estimaciones técnicas, la actuación ha supuesto una reducción superior al 70 % en el consumo energético respecto a los sistemas anteriores.

Protección del cielo nocturno
Las luminarias LED de 2200 K empleadas en el centro histórico de Logroño presentan un espectro con un contenido mínimo de luz azul —solo un 1,28 % del flujo radiante por debajo de los 440 nm—, lo que contribuye a preservar el cielo nocturno, minimizar la dispersión atmosférica y reducir el impacto sobre los ritmos circadianos de personas y fauna.
Asimismo, en zonas donde se requería un tono de luz más neutro o una mayor apertura del haz, se han instalado luminarias Globo S con Difusor Confort® y proyectores Aire® Serie 3 y Serie 5, configurados en 3000 K. Estos equipos se han utilizado en áreas más abiertas o de tránsito más intenso, asegurando una respuesta luminosa adecuada sin romper la coherencia estética del conjunto.

Fuente de imágenes: ATP Iluminación

