La Universidad de California ha presentado una demanda contra cinco de los grandes gigantes del comercio en EE.UU, así como una queja ante la Comisión de Comercio Internacional, por la distribución no autorizada de bombillas LED de filamentos con la tecnología patentada por la UC Santa Barbara.
La UC Santa Barbara lleva años dedicándose a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías en el campo de la iluminación, entre ellas las relacionados con el desarrollo de bombillas LEDs de filamentos. En estos años, la Universidad ha acumulado una importante cartera de patentes relacionada con estos productos, gracias al liderazgo de tres inventores y profesores de la universidad que han sido galardonados a nivel mundial: Shuji Nakamura (premio Nobel de Física 2014, por la invención del LED Azul), Steven DenBaars y James Speck. Los tres co-fundaron el UC Santa Barbara’s Solid State Lighting and Energy Electronics Center (SSLEEC).
Muchos productos que están actualmente en el mercado infringirían estas patentes de la UC Santa Barbara. Se tratan de las bombillas que normalmente se comercializan bajo el nombre de bombillas “Edison” o bombillas LED “Vintage”, que replican las míticas bombillas EDISON donde los filamentos son visibles dentro de la bombilla de vidrio. Estos productos pueden incluir una variedad de configuraciones de los filamentos LED, cambiando su forma, número o longitud.
Inicio de las Acciones legales
La UC Santa Barbara y sus abogados, la firma internacional Nixon Peabody LLP, han identificado a los 5 principales distribuidores que representan una gran parte de los minoristas que venden bombillas LED de filamentos con la tecnología sin licenciar: IKEA, AMAZON, WALMART, TARGET y BED BATH & BEYOND.
El objetivo de la Universidad es establecer licencias que impliquen el pago de unos royalties por parte de los acusados, cuya cantidad se determinará caso por caso. Los comercios que venden estos productos deben respetar los derechos de propiedad intelectual de la UC Santa Barbara y recibir la autorización por parte de esta, en forma de licencia, para comercializar bombillas de LED de filamentos.
La UC Santa Barbara es la primera universidad en hacer valer sus derechos de propiedad intelectual de esta manera, contra toda una industria a través de los comercios y grandes distribuidores que se encargan vender los productos infractores.
¿Por qué contra los distribuidores y no contra los fabricantes?
Desde que las bombilla LED de filamentos estuvieron disponibles en el mercado en el 2014, el mercado ha crecido de manera sustancial. Solo en 2019, las ventas proyectadas de este tipo de productos están por encima de los 1.000 millones de euros. Estos grandes distribuidores se han beneficiado de las ventas no autorizadas de esta tecnologías desde que estuvo disponible por primera vez, a pesar de los esfuerzos de la universidad por notificar a los infractores y establecer licencias con la industria de la iluminación. Estos esfuerzos no han sido suficientes para abordar este importante problema, y es por ello que ha optado por tomar medidas más agresivas a través del inicio de estas acciones legales.
La Universidad ha optado por demandar a estos grandes del comercio, ya que los fabricantes de los productos infractores en este caso tienen su base en gran parte en China, lo que hace que sea poco práctico y potencialmente ineficaz emprender acciones legales contra ellos. Estos minoristas tienen los medios y la responsabilidad de garantizar que los productos que ofrecen provienen de fuentes legítimas y/o estén autorizados bajo las patentes correspondientes. Sin embargo, señalan desde la universidad, “no han confirmado esa responsabilidad y en su lugar han proporcionado una salida para la comercialización de estos productos de fuentes extranjeras, privando a la UC Santa Barbara de los ingresos a los que tiene derecho legalmente”.
La UC Santa Barbara está ofreciendo licencias a estos distribuidores para que puedan convertirse en “minoristas autorizados” para que puedan obtener sus bombillas LED de filamentos del fabricante o fuente que deseen, siempre que paguen los royalties correspondientes a la Universidad.