Las terapias de luz han sido durante mucho tiempo un tratamiento reconocido para los pacientes con depresión. ¿Pero puede ayudar la luz a las mujeres en la transición a la menopausia a luchar contra las depresión y los problemas del sueño debido a los cambios hormonales? Un nuevo estudio de la Universidad de California sugiere que se puede alterar el ciclo natural de sueño/vigilia, a través de terapias de luz y técnicas de intervención en el sueño, mejorando el bienestar de las mujeres.
A lo largo de los años, se ha aprendido mucho acerca de los beneficios del sueño y las terapias de luz. Numerosos estudios han documentado el valor terapeútico de los procesos relacionados con la vigilia total o parcial, así como terapias de luz, en el tratamiento de trastornos depresivos relacionados con los ciclos menstruales de las mujeres. Otros estudios han evaluado como los ciclos de sueño/vigilia (técnicamente conocidos como ritmos circadianos de la melatonina) se ven afectados en mujeres con depresión perimenopáusica.
Al juntar los resultados de los diversos estudios, los investigadores en California plantearon la hipótesis de que la depresión y la calidad del sueño podrían mejorar con depresión perimenopáusica al avanzar la fase (cambiar antes) los ritmos circadianos de la melatonina en relación con el ciclo sueño/vigilia. Lo que descubrieron fue que, a través de varias técnicas de intervención del sueño y terapia de luz, pudieron mejorar significativamente el estado de ánimo de las participantes del estudio en tan solo dos semanas.
«Este estudio demuestra que las mujeres con depresión perimenopáusica y problemas de sueño ahora pueden tener una opción no farmacológica y hormonal que puede ayudar a dormir y mejorar su estado de ánimo», dice la Dra. Barbara Parry, autora principal del estudio de la Universidad de California en San Diego.
«Es de esperar que los resultados de este estudio conduzcan a investigaciones adicionales que brinden a las mujeres sintomáticas más opciones que las que estaban disponibles anteriormente», concluye la Dra. JoAnn Pinkerton, directora ejecutiva de North American Menopause Society.