La organización que agrupa a los fabricantes de iluminación de la industria francesa “Le Syndicat de l’éclairage” ha publicado un documento para esclarecer, aclarar y poner en relevancia la la radiación UVC y su uso para la lucha contra la pandemia provocada por el coronavirus. A continuación, detallamos algunas de los puntos y cuestiones planteadas en el comunicado original (en francés) publicado por la organización.
Hace más de un siglo que se conoce la acción germicida de las lámparas que producen luz UV-C. A lo largo los años se han desarrollado muchas soluciones para la desinfección, esterilización del agua y superficies, así como en herramientas utilizadas en laboratorios de biología y en equipos médicos. Se trata por tanto de una tecnología eficiente, probada y dominada.
Esta Luz UV-C se puede producir con lámparas de descarga, y recientemente también con la tecnología LED. Por lo tanto, es natural ver la aparición en el mercado de nuevos productos equipados con LED que producen luz UV-C con fines germicidas. Para este uso, es la longitud de onda de 254 nm la que ofrece la mayor absorbancia sobre el ADN, alcanzando por tanto para este valor el mayor poder germicida.
La luz UV-C como herramienta efectiva para combatir la COVID-19
La longitud de onda de 254 nm es la más efectiva para dañar el ADN de un virus, incluyendo el coronavirus SARS-COV-2 causante de la COVID-19. Esto ha hecho que actualmente muchos sistemas sistemas UV-C existentes sean utilizados para desinfectar habitaciones, esterilizar instrumentos, herramientas o mascarillas. Dada la magnitud de la actual crisis sanitaria, estamos viendo multiplicarse este tipo de instalaciones. Desde el punto de vista de la salud, esto pueden ser una buena noticia porque la UV-C ayudará a la lucha contra la COVID-19. Sin embargo, desde el Syndicat de l’éclairage debemos advertir a la gente que esta tecnología debe ser utilizada con mucho cuidado.
El uso de la luz UV-C debe ser supervisado
Dado que el espectro de luz visible va de los 380 nm a los 780 nm, es fácil entender que los LEDs que producen radiación UV-C no son los mismos que los LEDs que se usan para la iluminación general. Este es un punto esencial, ya que las lámparas UV son de clase 3 para el riesgo fotobiológico según la NF EN 62471. Emiten una radiación UV de alta energía que puede causar graves quemaduras en la piel, así como dañar la córnea y la retina en el ojo. Una exposición prolongada a los rayos UV-C puede causar daños permanentes. Por lo tanto, se debe prestar especial atención en las labores de instalación y mantenimiento y su uso debe ser correctamente supervisado para que no se produzca ningún riesgo para la salud:
- de manera general, se recomienda no utilizar la luz UV-C en presencia de personas o animales;
- es fundamental que los usuarios estén siempre protegidos contra la radiación directa de las lámparas UV, con los equipos de protección adecuado (gafas, guantes y ropa de protecciòn completa);
- la aplicación de los sistemas UV-C debe estar sujeta a estrictos procedimientos que describan todos los riesgos, y se indiquen las medidas de precaución que deben aplicarse;
- el personal que trabaje en lugares o con equipos que incorporen luz UV-C deber ser capacitado en los riesgos y los procedimientos vigentes.
Finalmente, el Syndicat de l’éclairage recomienda que para implementar soluciones que utilicen luz UV-C se acude a empresas reconocidas y que cumplen con toda la normativa y requerimientos de seguridad. “No es el momento de correr riesgos, sino todo lo contrario: por lo tanto, es esencial elegir socios que ofrezcan productos fiables y eficientes, y que al mismo tiempo proporcionen el más alto nivel de seguridad”, concluye el comunicado.