La compañía Setga ha desarrollado una tecnología basada en iluminación inteligente que permite adaptarse al ritmo circadiano de los ciudadanos.
Una ciudad inteligente es la que apuesta por el bienestar de quienes la habitan. Tiene en cuenta un transporte libre de emisiones en CO2 y un tipo de iluminación que no afecte a la salud de los usuarios. Las nuevas ciudades ya están aquí y, las implementaciones de alumbrado público inteligente obtendrán 15.000 millones de dólares en ahorros de energía acumulativos para las urbes hasta 2023, según una investigación de Juniper Research.
Hacia la iluminación saludable
Una buena iluminación para las ciudades sostenibles es la meta de agentes y empresas del sector. Pues la luz artificial se compone de luz visible y de radiaciones ultravioletas (UV) e infrarrojas (IR), y existe la preocupación en la incidencia de la luz procedente de algunas luminarias LED sobre los procesos de regulación circadiana y las enfermedades sistémicas asociadas.
Como respuesta a esta situación y, con el fin de conseguir una luz más eficiente y saludable para todos, surgen conceptos como el Human Centric Lighting, iluminación centrada en el ser humano, adaptada a sus necesidades para alcanzar la calidad máxima de luz e iluminación en cada momento. El objetivo: crear proyectos de iluminación diseñados para optimizar o mejorar algún aspecto del comportamiento humano. Por lo que el Human Centric Lighting ya se aplica en interiores y exteriores.
La Luz y el sistema circadiano, totalmente conectados
La luz es el principal sincronizador del sistema circadiano. El National Institute of General Medical Sciences explica que los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo. Dormir por la noche y estar despierto durante el día es un ejemplo de un ritmo circadiano relacionado con la luz.
Para mantener una buena salud es necesario que el sistema circadiano funcione correctamente. Que el día sea día, y la noche sea noche, lo que implica hacer un uso adecuado de la iluminación, tanto en el interior de edificios como en el exterior. Así lo establece la Delegación en Galicia del Comité Español de Iluminación, que remarca que una iluminación saludable debe procurar recuperar el contraste día-noche, aumentando los primeros y disminuyendo los segundos.
Farolas que saben cómo te sientes
En pro de conseguir una iluminación saludable, a la hora de remodelar instalaciones de alumbrado exterior antiguas o proceder a nuevas instalaciones, es importante que la nueva iluminación no cree efectos negativos sobre el sistema circadiano. El CEI recomienda usar fuentes de luz con bajo contenido de luz azul o sistemas variables que permitan disminuir la temperatura de color y el nivel de iluminación durante la tarde noche y alcanzando los niveles más bajos posibles en las horas nocturnas.
Setga hace tiempo que se adapta a estas medidas, creando proyectos de iluminación que tienen en cuenta los efectos de la luz sobre la fisiología humana. Sabemos que necesitamos una misma luminaria pero tonos distintos para cada hora del día, y Setga consigue que estos matices se den en el alumbrado público de las ciudades sin necesidad de cambiar la iluminación de las farolas. La empresa gallega ha creado una tecnología, Circadionic, para alumbrar un ingenio que permite adaptarse al ritmo circadiano de los ciudadanos.
Así, en las tardes de otoño-invierno, cuando anochece sobre las 17.30-18h de la tarde, la tecnología LED Circadionic situará la temperatura de color a un nivel neutro por encima de los 4200 kelvin (luz blanca), “a fin de mantener la actividad en calles comerciales y acelerar el impulso de compra”, explican sus responsables. A partir de 20.30h, cuando los ciudadanos vuelven a casa y empieza la segregación de melatonina, “la temperatura de color se reducirá a temperaturas de color más cálidas entre los 2700-3000 kelvin”.
Este sistema se basa en la compactación mono óptica de blanco bio-dinámico, “para adecuar la temperatura de color de las luminarias al ritmo circadiano de los ciudadanos, manteniendo un IRC>80 y alto rendimiento energético”. Ello sumado a fotometrías adaptadas a cada necesidad, “lo que mejora el confort y salud pública de toda la sociedad en la transición hacia la noche”, apuntan.
Setga integra la tecnología LED Circadionic en todos sus nuevos productos y ya ha sido instalada en varias ciudades de Europa y España.