Un nuevo estudio observacional que incluye a casi 44.000 mujeres relaciona la exposición a la luz artificial en la noche, especialmente al dormir con una luz o una televisión encendida en la habitación, con un mayor riesgo de aumento de peso y obesidad.
Una dieta rica en calorías y conductos sedentarias son los causas más citadas de la llamada epidemia de la obesidad, y son por tanto los principales objetivos para su prevención. Sin embargo, la exposición a la luz artificial en la noche podría contribuir a esta pandemia. Los investigadores señalan cómo el aumento de la contaminación lumínica durante las últimas décadas son paralelas al rápido aumento de la obesidad en los Estados Unidos. La evidencia de estudios realizados con animales apoyan la hipótesis de que la exposición a la luz durante la noche puede tener efectos directos en la producción de la melatonina, la interrupción del sueño y los ritmos circadianos, que podrían resultar en aumento de peso y obesidad.
La asociación entre la iluminación artificial nocturna y la obesidad en seres humanos ha sido muy poco investigada. La evidencia se ha limitado principalmente a trabajadores a turnos, para quienes la exposición a este tipo de luz es mucho más alta. Aunque se encuentran asociaciones en algunos estudios de población general, los resultados no son concluyentes o fiables. Es por ello que este nuevo estudio puede arrojar una mayor luz sobre este aspecto, al realizar una profunda investigación que ha llevado más de 5 años, utilizando los datos procedentes del “Sister Study Group”, un gran estudio de cohorte prospectivo de mujeres estadounidenses.
Estudiando la relación entre la iluminación artificial durante la noche y la obesidad
Para realizar el estudio se contó con datos procedentes de 43.722 mujeres de entre 35 y 74 años de los EE.UU, inscritas en el “Sister Study Group”. Estas no contaban con antecedentes de cáncer o enfermedades cardiovasculares y no eran trabajadoras a turnos, ni estaban embarazadas. La exposición a la luz artificial en la noche fue auto-reportada, y categorizada como sin luz, poca luz , luz fuera de la habitación y finalmente luz o una televisión encendida dentro de la habitación.
Del análisis de los datos y el seguimiento realizado durante más de 5 años, la exposición a la luz artificial mientras se dormía se asoció significativamente con un mayor riesgos de aumento de peso y de obesidad. En particular, dormir con un televisor o la luz encendida en la habitación se asoció positivamente con el aumento de peso en 5 kg o más, incluso después de aplicar medidas en cuanto a la dieta y actividad física. Esta observación, aunque en línea con los hallazgos en estudios con animales, parecer ser la primera evidencia epidemiológica de un asociación entre la luz artificial nocturna mientras se duerme y el riesgo de aumento de peso y obesidad.
Este nuevo hallazgo, concluyen los investigadores, podría ser una herramienta útil y eficaz para la lucha contra la pandemia de la obesidad. Sin embargo, la exposición a la iluminación artificial mientras se duerme representa un tipo de conductas relacionadas con situaciones socioeconómicos y hábitos de vida poco saludables que podrían ser la causas principales de ese aumento de peso. Se necesita una mayor investigación para clarificar de forma definitiva esta asociación y aclarar si reducir o eliminar esta exposición podrìa se una medida eficaz contra la obesidad.
Dale P. Sandler, y Yong-Moon Mark Park, investigadores del National Institute of Environmental Health Sciences,North Carolina, fueron los autores del estudio.