La empresa canaria Lightbee, junto con el Instituto para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones (IDeTIC) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha patentado tres aplicaciones destinadas a convertir la luz en un canal de comunicación. Se trata de un paso más para aportar soluciones para la fotónica, y concretamente para la Tecnología de Luz Visible (VLC), con un increíble potencial a raíz de la estandarización del LED.
Lightbee ha desarrollado un driver LED, con patente, que se puede adaptar a cualquier tipo de lámpara y dotarla de inteligencia. Por el momento, es capaz de emitir y recibir información como la humedad o la polución. En un futuro, “los semáforos podrán llegar a parar los coches”, asegura la CEO de Lightbee, Gloria Eisman. El coste no es ningún problema ya que el driver Lightbee optimiza la instalación porque «es la propia lámpara la que gestiona la información».
La empresa también se ha centrado en los smartphone, que tienen un flash que funciona con luz LED. Con el fin de aprovechar esa fuente de iluminación para usarla como canal de comunicación, Lightbee ha desarrollado un sistema patentado capaz de modular la luz del flash del móvil para que, por ejemplo, pueda abrir una puerta o realizar un pago, sin necesidad de añadir hardware adicional. Otro valor añadido vuelve a ser la seguridad ya que, explica Eisman, “nadie puede cogerte la radiofrecuencia con un receptor porque sólo funciona a través de la luz”.
Lightbee ya ha desarrollado una “app” que permite abrir las puertas de hoteles con el flash del móvil. «Los clientes pueden entrar en su habitación antes de hacer el ‘check-in’ y así evitar colas en la recepción», explica la CEO de Lightbee. También ha protegido con patente un sistema que permite que la luz del coche abra la puerta de garaje.
Fiabilidad, seguridad y reducción de costes
Con el LED, se multiplican sus propiedades, ya que es un tipo de lámpara capaz de “soportar microapagados muy rápidos, miles de veces por segundo, que no son perceptibles para el ojo humano”, explica Gloria Eisman. A través de esa rápida conmutación es posible transmitir información a partir de códigos binarios que son decodificados por un receptor óptico.
Entre las ventajas que presenta el VLC, destacan la fiabilidad, ya que no se produce ni fatiga ni fricción del material. Asimismo, es seguro ya que la comunicación es “totalmente directiva a través del haz de luz”, de manera que es inmune a la radiofrecuencia o los inhibidores. Otra ventaja es la reducción de costes, ya que no necesita de grandes inversiones de ‘hardware’.
Uno de los medios «con mayor potencial» para el VLC es alumbrado público con LED. Con esta tecnología se pueden aprovechar las farolas de las ciudades para gestionar datos de forma autónoma desde “la propia fuente de alimentación”.