La luz artificial en la noche hace que los peces guppy sean más valientes durante el día. Así lo han podido comprobar, en un estudio de comportamiento, los investigadores del Instituto Leibniz de Ecología de Aguas Dulces y Pesca Interior, y el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano.
Al exponer a los peces a luz artificial durante la noche, no solo los hizo más activos durante este periodo nocturno, sino que también los hizo emerger de forma más rápido de sus escondites durante el día, lo que podría aumentar su exposición a los depredadores. La iluminación nocturna, sin embargo, no afectó su velocidad de natación ni su comportamiento social durante el dia.
La contaminación lumínica puede tener muchas influencias sobre los procesos ecológicos. Investigaciones anteriores han demostrado que la luz artificial en la noche puede tener varias consecuencias directas sobre la actividad nocturna y los patrones de movimiento de los animales. Muchas especies animales, por ejemplo, aves e insectos, son atraídas por fuentes de luz artificial durante la noche y, como resultado, pueden perder su orientación. Pero se desconoce en gran medida cómo la luz artificial en la noche afecta el comportamiento de los individuos durante el día, cuando la fuente de contaminación lumínica está ausente.
En este estudio, un equipo dirigido por Ralf Kurvers del MPI para el Desarrollo Humano en colaboración con el IGB, probó cómo la exposición a la luz artificial en la noche afectaba el comportamiento de los peces durante el día. Como especies de estudio, utilizaron guppies, un pez de agua dulce tropical y uno de los organismos modelo de la ciencia del comportamiento animal. Los científicos estudiaron tres grupos de animales. Cada grupo estuvo expuesto a las mismas condiciones de luz brillante durante el día, pero a diferentes iluminaciones durante la noche. El primer grupo experimentó oscuridad completa en la noche; el segundo grupo se mantuvo en un nivel bajo de luz durante la noche, comparable a la iluminación nocturna bajo una farola; y el tercer grupo experimentó luz brillante en la noche. Después de diez semanas de exposición, los científicos realizaron pruebas de comportamiento para estudiar las consecuencias de la exposición nocturna a la luz en los comportamientos diurnos.
Los resultados obtenidos muestran como los peces abandonan sus escondites más rápido durante el día y nadaron más a menudo en las áreas abiertas y arriesgadas del acuario cuando estuvieron expuestos a luz artificial fuerte, y también débil, durante la noche. Los peces expuestos a la luz aumentaron así su voluntad de asumir riesgos.
«Es difícil predecir las consecuencias de esta mayor conducta temararia, pero es posible que corran un mayor riesgo de depredación por parte de las aves u otros peces», dice el investigador de IGB David Bierbach, coautor del estudio. Los peces expuestos a la luz no difirieron en la velocidad de natación y la sociabilidad, en comparación con los peces de control. «Sospechamos que la luz nocturna causa una respuesta de estrés en los peces, y los peces generalmente aumentan su riesgo cuando experimentan estrés», explica Ralf Kurvers, autor principal del estudio. También en los seres humanos, una interrupción de la noche puede causar una respuesta de estrés. Por ejemplo, los bomberos que dormían menos horas durante la noche tenían niveles elevados de la hormona del estrés cortisol.