Una nueva investigación, la primera de base poblacional, relaciona de forma significativa la exposición a la luz artificial exterior durante la noche con el insomnio, y el mayor uso de medicamentos para dormir en adultos mayores.
Los resultados reflejan cómo el aumento de los niveles nocturnos de exposición a la luz artificial exterior se asocian con un aumento de la ingesta diaria de medicamentos hipnóticos, prescriptos para dormir. Además, los adultos mayores expuestos a esta luz artificial exterior durante la noche, tenían más probabilidades de usar medicamentos hipnóticos durante períodos más largos, así como dosis diarias más altas.
“El estudio observa una relación significativa entre la intensidad de la iluminación nocturna artificial exterior y la prevalencia del insomnio, como indican las prescripciones de agentes hipnóticos para adultos mayores en Corea del Sur”, declaró Kyoung-bok Min, PhD, profesor asociado en el Departamento de Medicina Ocupacional y Ambiental en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur. “Nuestros resultados son datos de apoyo significativos para relacionar la iluminación nocturna exterior con la falta de sueño entre las personas que se encuentran dentro de sus casas”.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista científica Journal of Clinical Sleep Medicine.
Luz exterior e insomnio
De acuerdo con la Academia Americana del Sueño, el insomnio puede implicar dificultades para conciliar el sueño, tener problemas para mantenerlo o despertarse muy temprano. Una variedad de factores ambientales, incluido el ruido excesivo, las temperatura extremas o la luz, pueden afectar e interrumpir el sueño para la mayoría de personas.
Este nuevo estudio viene a señalar como el uso inadecuado o excesivo de la luz artificial exterior durante la noche, denominado como “contaminación lumínica”, se ha convertido en un factor ambiental que afecta a la salud humana. Las investigaciones han demostrado que la iluminación nocturna, ya sea en interiores como exteriores, induce a la interrupción de los ritmos circadianos, lo que puede provocar enfermedades metabólicas y crónicas, como la diabetes, obesidad, depresión.
La investigación utilizó datos de la de la Cohorte Nacional de Muestras del Servicio Nacional de Seguros de Salud 2002-2013 (NHIS-NSC), una cohorte poblacional en Corea del Sur. La muestra final del estudio, después de excluir a aquellos con un trastorno del sueño diagnosticado, incluyó 52.027 adultos de 60 años de edad o más. Alrededor del 60 por ciento de los participantes eran mujeres.
La exposición a la luz se basó en datos satelitales proporcionados por los Centros Nacionales de Información Ambiental de Corea del Sur. El nivel estimado de contaminación lumínica en cada distrito administrativo se comparó con los distritos residenciales de los individuos para determinar un nivel de exposición individual. Los datos de uso de dos medicamentos hipnóticos, zolpidem y triazolam, se extrajeron de los registros de seguro de salud. Alrededor del 22 por ciento de los participantes del estudio tenían prescripciones para medicamentos hipnóticos.
«Dada la evidencia científica reciente que incluye nuestros resultados, la iluminación exterior brillante puede ser un factor de riesgo novedoso para prescribir medicamentos hipnóticos», concluyo Min.
Los autores señalaron que se necesitan más estudios e iniciativas de políticas públicas para definir y minimizar los efectos adversos de la contaminación lumínica en la salud humana.