La Junta de Andalucía presentó en el Día Internacional de la Luz un nuevo indicador de evaluación del nivel de sostenibilidad de las fuentes de luz que, según han anunciado la secretaria general de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Junta, Pilar navarro, marcará un punto de inflexión en el sector de la iluminación y en la preservación de la oscuridad natural de la noche.
El nuevo indicador denominado ‘Indice espectral G’ permitirá evaluar el nivel de contaminación lumínica de cada fuente de luz y se aplicará en todo el territorio andaluz, mediante su incorporación al nuevo reglamento que sobre esta materia está elaborando la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.
Este indicador, desarrollado por el astrofísico del Observatorio de Calar Alto, G, David Galadí Enríquez, posibilita la clasificación de las fuentes de luz de modo cuantitativo y preciso en función de la cantidad real de luz azul emitida, con el fin de garantizar su uso ,con el mínimo contenido posible, en la banda azul en horas nocturnas y en todo el territorio andaluz.
Además de publicar una herramienta en su página web para facilitar su aplicación, la consejería prestará apoyo técnico adicional a los fabricantes, ayuntamientos y demás agentes implicados creando un catálogo de índices espectrales. Cabe destacar, que la inclusión de este parámetro en las especificaciones técnicas de las lámparas permitirá que los consumidores puedan conocer el grado de sostenibilidad real del producto que adquieren.
Hay que destacar que el reglamento que está elaborando la consejería para la preservación de la oscuridad natural de la noche frente a la contaminación lumínica, actualizará el anterior para adaptarlo a los avances científicos y tecnológicos. También sienta las bases para preservar el cielo andaluz como patrimonio natural, mediante la inclusión de criterios ambientales en el diseño del alumbrado público. De este modo se consigue reducir el impacto en los hábitats naturales más sensibles, evitar la intrusión del alumbrado exterior en el ámbito privado, garantizar el buen funcionamiento de los observatorios astronómicos y mejorar la eficiencia energética.
En esta línea, la inclusión de criterios ambientales en el diseño y gestión del medio público se configura como la mejor estrategia para la preservación del cielo y de su potencial como motor de desarrollo socioeconómico, mediante la creación de empleo verde cualificado.
El cielo nocturno de Andalucía está considerado, por sus condiciones geográficas y climatológicas, uno de los mejores de Europa para la realización de observaciones astronómicas. Razón por la cual, dos observatorios científicos de carácter internacional están ubicados en nuestro territorio: Calar Alto y Sierra Nevada. No en vano, el cielo de calidad como seña de identidad de Andalucía es, sin duda, un motor de desarrollo que proporciona un empleo verde cualificado en los sectores de astroturismo, consultoría ambiental e I+D+I.