En un invernadero experimental de El Ejido, la luz artificial no solo estimula el crecimiento de las plantas, sino que también actúa como aliada de los insectos beneficiosos que mantienen a raya a las plagas. Esta doble función es posible gracias al sistema de iluminación LED inteligente desarrollado por el Grupo Operativo SMALI, liderado por las investigadoras Isabel Moreno y Aurora Gil desde el grupo de Instrumentación y Electrónica Industrial de la Universidad de Córdoba.
Durante dos años de ensayos en la finca experimental de UNICA Group, dedicada al cultivo de pimiento picante naranja, el sistema ha demostrado ser capaz de aumentar significativamente la productividad y reforzar el equilibrio ecológico dentro del invernadero.
Concretamente, los resultados muestran un incremento del 15,46 % en la masa total cosechada, un aumento del 13,51 % en la población de Orius laevigatus —uno de los principales depredadores auxiliares utilizados en el control biológico de trips— y una reducción del 4,32 % en la infestación de esta plaga, todo ello sin necesidad de recurrir a productos fitosanitarios.

Una arquitectura tecnológica distribuida y adaptable
La solución propuesta por SMALI se compone de tres módulos interconectados que operan de forma coordinada: un sistema de sensorización ambiental, un módulo de visión artificial y una unidad de control lumínico inteligente.
El primer módulo se encarga de monitorizar en tiempo real parámetros como temperatura, humedad relativa, humedad del suelo, intensidad de luz natural y concentración de CO₂. Estos datos permiten conocer con precisión las condiciones ambientales del cultivo, facilitando una gestión más precisa y dinámica de los recursos.
El segundo módulo incorpora visión artificial para detectar y contabilizar tanto plagas como insectos beneficiosos. Este sistema ofrece información en tiempo real, automatiza el proceso de conteo y reduce la carga de trabajo asociada a los métodos manuales de seguimiento.
El tercer componente —clave en esta propuesta— es el sistema de iluminación LED autorregulable, diseñado para ajustar el espectro, la intensidad y el fotoperiodo de forma dinámica. A partir de los datos obtenidos por los otros módulos, el sistema puede adaptar la luz emitida para favorecer tanto la fotosíntesis de las plantas como las condiciones óptimas para la actividad de los organismos auxiliares.
Este enfoque permite, por tanto, mejorar el crecimiento vegetal a la vez que convierte a la iluminación en una herramienta activa para el manejo integrado de plagas, un objetivo que cobra especial relevancia en un contexto de reducción del uso de productos químicos y de transición hacia modelos de producción más sostenibles.

Según explican las investigadoras Isabel Moreno y Aurora Gil, el proyecto SMALI ofrece un conjunto de beneficios potenciales para el sector agrícola, entre los que destacan la mejora de la competitividad mediante la reducción de los costes de producción y el incremento tanto de la calidad como del volumen de las cosechas. Además, el uso de este tipo de tecnología puede facilitar la obtención de certificaciones de calidad y abrir el acceso a mercados con mayor valor añadido. Gracias a su diseño escalable y adaptable, el sistema podría implantarse en otras regiones agrícolas con condiciones similares a las de la finca experimental, contribuyendo así a la modernización del sector en distintos entornos productivos.
En el desarrollo del proyecto han colaborado diversos agentes procedentes de ámbitos complementarios, lo que ha permitido abordar el estudio desde una perspectiva multidisciplinar. Entre ellos se encuentran la empresa agroalimentaria UNICA Group, la Universidad de Córdoba, el Centro Tecnológico Tecnova, la empresa de base tecnológica Newlite y Bioline Iberia, especializada en soluciones ecológicas para el control biológico de plagas. Esta cooperación ha integrado conocimientos técnicos, agrícolas y científicos en una misma iniciativa.
El Grupo Operativo SMALI, cuyo título completo es Sistema de iluminación inteligente para favorecer el crecimiento del cultivo en función de los agentes biológicos, ha sido financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y por la Junta de Andalucía. Además, ha recibido el reconocimiento del sector con el galardón en los XII Premios de la Agricultura Almeriense, que lo han destacado como ejemplo de innovación y sostenibilidad en el ámbito agroalimentario de la provincia.
Fuente de imagen de portada: Universidad de Córdoba