Mientras investigaciones anteriores han explorado el uso de materiales transitorios para crear dispositivos solubles tales como transistores, diodos y resistencias, el objetivo del equipo de la universidad Estatal de Iowa es investigar cómo el índice de transitoriedad se puede controlar.
El equipo, dirigido por Reza Montazami de la Universidad Estatal de Iowa, comenzó a experimentar con películas de polímeros de aislamiento biodegradables y transitorias. Y descubrieron que el proceso de disolución se frenó cuando añadieron gelatina en la mezcla, y se aceleró con la adición de sacarosa.
Los investigadores utilizaron los polímeros especiales para crear una antena degradable capaz de transmitir datos. Ahora están trabajando para desarrollar LED y transistores transitorios.
Para Montazami «La investigación de dispositivos electrónicos basados en la electrónica transitoria es una tecnología nueva y rara vez abordada que presenta potenciales insospechados tanto para aplicaciones médicas como militares».
Los investigadores creen que la tecnología de electrónica transitoria ofrece una amplia gama de aplicaciones para el mundo real. Podrían por ejemplo permitir que las tarjetas de crédito y teléfonos móviles se autodestruyesen cuando su pérdida o robo fueran denunciados, e incluso permitir que los dispositivos médicos se desintegrasen inofensivamente dentro del cuerpo de una persona una vez finalizada una intervención.
Sin embargo para Montazami la demanda de productos basados en electrónica transitoria encontrará su mayor potencial en las aplicaciones militares. Por ejemplo, los soldados heridos capturados por el enemigo podrían desencadenar la desintegración de sus dispositivos electrónicos, asegurando la integridad de información militar altamente sensible. O bien, un dispositivo militar podría recoger y enviar sus datos y luego disolverse, sin dejar rastro durante una misión de inteligencia.
El siguiente video muestra cómo funciona la tecnología. Un LED azul montado en una base de polímero comienza a disolverse y se apaga la luz cuando entra en contacto con una sola gota de agua.