Zhaga ha publicado recientemente un WhitePaper que lleva como título, “Standardizing interfaces, enabling interoperability”, para explicar la importancia de la interoperabilidad para las tecnologías de iluminación y donde se analizan los desafíos técnicos y no técnicos que se han de afrontar para alcanzarla.
La iluminación debe estar conectada y ser útil para desbloquear las oportunidades de negocio relacionadas con el IoT, permitir la economía circular y cumplir con las expectativas regulatorias. Pero para ello se necesitan interfaces estandarizadas que admitan componentes interoperables, y ahí es donde entra Zhaga.
«Zhaga, la organización mundial de la industria de la iluminación, pone el foco en la interoperabilidad», afirma Dee Denteneer, Secretario General del Consorcio Zhaga. «Nuestra misión es especificar las interfaces eléctricas, mecánicas, ópticas, térmicas y de comunicación de los componentes interoperables utilizados en las luminarias LED».
Según Zhaga, un componente de luminaria es interoperable cuando puede combinarse con otro(s) componente(s) interoperable(s) y funcionar como se especifica en la ficha técnica del componente. «La interoperabilidad requiere que los componentes coincidan en todos los aspectos de cada interfaz de componente relevante», añade Denteneer.
Para ilustrarlo, Denteneer señala la sustitución de un módulo LED por otro más eficiente. «El nuevo módulo LED se considera interoperable si encaja en la luminaria y puede funcionar según su ficha técnica», explica.
Sin embargo, esta interoperabilidad sólo es posible cuando existen las especificaciones de interfaz adecuadas. «En el nivel más básico, una especificación admite la interoperabilidad cuando todos los componentes compatibles de un primer tipo son interoperables con todos los componentes compotibles de un segundo tipo», afirma Reinhard Lecheler, Presidente del Comité Directivo de Zhaga. «En casos más avanzados, la especificación define varios perfiles, y la interoperabilidad de los componentes compatibles se limita a los perfiles definidos».
En todos los casos, la especificación nunca interfiere con la seguridad y otros requisitos normativos.
Zhaga desarrolla especificaciones de interfaz, conocidas como Books, que definen las condiciones necesarias para la interoperabilidad y sirven de estándar para la industria de la iluminación. Por ejemplo, el Book 18 especifica la interfaz inteligente para luminarias de exterior, mientras que la interfaz inteligente para luminarias de interior especificada en el Book 20 permite que las luminarias sean interoperables con módulos de detección y comunicación en aplicaciones de interior.
«Estos estándares de interfaz crean ecosistemas de componentes interoperables, y la certificación de estos componentes da confianza en su interoperabilidad y capacidad para convertirse en parte de un ecosistema existente», señala Lecheler.
Beneficio para la cadena de valor de la iluminación
Disponer de componentes que cumplan y estén certificados de acuerdo con dichas normas beneficia a los fabricantes originales de equipos (OEM) de luminarias, a los fabricantes de componentes, a los especificadores y a los usuarios finales. Por ejemplo, el diseño de una nueva luminaria por parte de una OEM se ve facilitado por la disponibilidad de muchos componentes de diferentes tipos, todos ellos basados en interfaces normalizadas. Disponer de componentes certificados de diferentes tipos alivia la necesidad de comprobar si funcionarán juntos.
Al definir lo que se necesita para que los componentes funcionen juntos, las especificaciones de interfaz también benefician a los fabricantes de componentes. Los productos fabricados de acuerdo con una especificación de interfaz de este tipo requieren menos, o incluso ningún, desarrollo conjunto. También elimina las molestias de tener que tratar con empresas que proporcionan componentes complementarios.
«Al no preocuparse ya por si sus productos son interoperables, estas empresas pueden centrarse ahora en la innovación y las características diferenciadoras», explica Denteneer. «Estos productos pasan a formar parte de un ecosistema más rico de productos complementarios, lo que en última instancia beneficia al cliente final».
Disponer de componentes interoperables basados en interfaces estandarizadas también significa que las luminarias LED pueden actualizarse y recibir mantenimiento, sobre todo si la interfaz admite la interoperabilidad plug-and-play. «Esta ventaja es especialmente atractiva para los usuarios finales y los especificadores», añade Denteneer.
La capacidad de actualización y mantenimiento de una luminaria LED desempeña un papel importante en las distintas etapas del ciclo de vida de una luminaria. Por ejemplo, la sustitución de un componente sobre el terreno no sólo arregla la pieza rota, sino que también puede servir para ajustar, actualizar o incluso ampliar una luminaria. Además, permite a los usuarios finales separar ciertas decisiones (por ejemplo, pueden decidir primero sobre las luminarias y después sobre la adición de sensores para aplicaciones inteligentes), facilitando así tanto la planificación como la ejecución del proyecto.
Por último, durante el tratamiento del final de la vida útil de una luminaria, la interoperabilidad plug-and-play permite «desenchufar» los componentes, una característica que apoya la economía circular y facilita el reciclaje sostenible.
Afrontado los retos
A pesar de estos avances en las especificaciones de las interfaces, siguen existiendo retos. Por ejemplo, la interoperabilidad de los componentes de las luminarias requiere una alineación técnica de todos los aspectos de la interfaz, incluida la compatibilidad electromagnética. También está el problema de cómo la interfaz del módulo driver dificulta la coincidencia entre módulo y driver (por ejemplo, cuando se intercambian módulos sobre el terreno). La especificación de la interfaz térmica entre los módulos LED y las luminarias es otro reto que hay que abordar. «También debemos proporcionar especificaciones que garanticen el nivel mínimo de funcionalidad necesario para la interoperabilidad, dejando al mismo tiempo espacio para la diferenciación de las prestaciones», explica Lecheler. «Esto significa garantizar que los diferentes proveedores proporcionen productos con diferentes características de rendimiento además de la funcionalidad mínima especificada».
Por último, está el reto de la gestión heredada. «Hay que tener en cuenta la gestión heredada para que una nueva generación de componentes siga siendo interoperable con todos los demás componentes de la luminaria», añade Lecheler.
Zhaga está abordando todos estos retos. Por ejemplo, está desarrollando normas que evolucionan con los cambios del mercado y/o de la tecnología y está trabajando para demostrar la viabilidad técnica del uso de luminarias de referencia para las pruebas de EMC de los módulos y drivers LED. El consorcio también está adoptando medidas concretas para que las luminarias LED estén preparadas para el futuro.
«Zhaga está desarrollando las interfaces estandarizadas necesarias para dar soporte a los componentes interoperables que hacen que la iluminación esté conectada y pueda ser atendida», concluye Denteneer. «Este trabajo beneficiará en última instancia a las empresas y a los usuarios finales a lo largo de toda la cadena de valor de la iluminación».
El White Paper elaborado por el Consorcio Zhaga sobre la interoperabilidad puede descargarse en el siguiente enlace (en inglés):
https://www.zhagastandard.org/media/acfupload/Zhaga_-_white_paper_on_interoperability_-_20201202.pdf
Fuente de imágenes: Zhaga